Al levantar sus ojos desde lejos no lo reconocieron, y se pusieron a llorar a grandes voces, rasgando cada uno su manto y esparciendo polvo sobre sus cabezas.
Números 5:17 - Biblia Martin Nieto Echará agua bendita en una vasija de barro, y tomando un poco de tierra del suelo de la tienda, la mezclará con el agua. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Luego tomará el sacerdote del agua santa en un vaso de barro; tomará también el sacerdote del polvo que hubiere en el suelo del tabernáculo, y lo echará en el agua. Biblia Nueva Traducción Viviente Pondrá un poco de agua santa en un recipiente de barro y mezclará polvo que tomó del piso del tabernáculo. Biblia Católica (Latinoamericana) tomará luego agua santa en un vaso de barro y, recogiendo polvo del suelo de la Morada, lo esparcirá en el agua. La Biblia Textual 3a Edicion Luego el sacerdote tomará agua consagrada en una vasija de barro, y del polvo que hay en el suelo del Tabernáculo, tomará el sacerdote y lo echará en el agua. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El sacerdote tomará el agua santa en una vasija de barro y echará en el agua un poco de polvo del suelo del tienda. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Luego el sacerdote tomará agua santa en un vaso de barro; y el sacerdote tomará del polvo que hubiere en el suelo del tabernáculo, y lo echará en el agua. |
Al levantar sus ojos desde lejos no lo reconocieron, y se pusieron a llorar a grandes voces, rasgando cada uno su manto y esparciendo polvo sobre sus cabezas.
'Harás una pila de bronce, con su pie también de bronce, para las abluciones. La pondrás entre la tienda de la reunión y el altar, y la llenarás de agua,
¡Oh esperanza de Israel, Señor, todos los que te abandonan serán cubiertos de vergüenza; los que se apartan de ti, serán condenados, porque abandonaron al Señor, la fuente de agua viva!
Pondrá a la mujer en presencia del Señor, le descubrirá la cabeza y le pondrá en las manos la ofrenda conmemorativa, es decir, la ofrenda de celos, mientras él tiene en su mano el agua amarga de la maldición.
Decían esto para probarlo y tener de qué acusarlo. Pero Jesús, agachándose, se puso a escribir con el dedo en el suelo.