¿Quién soy yo y quién es mi pueblo para que podamos ofrecerte tantas cosas? Pues todo viene de ti y tuyo es lo que te hemos dado.
Nehemías 4:6 - Biblia Martin Nieto Pero los judíos que vivían entre ellos vinieron una y otra vez a prevenirnos por qué sitios vendrían los enemigos a atacarnos. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Edificamos, pues, el muro, y toda la muralla fue terminada hasta la mitad de su altura, porque el pueblo tuvo ánimo para trabajar. Biblia Nueva Traducción Viviente Por fin se completó la muralla alrededor de toda la ciudad hasta la mitad de su altura, porque el pueblo había trabajado con entusiasmo. Biblia Católica (Latinoamericana) Algunos judíos que vivían cerca de ellos nos vinieron a decir unas diez veces: '¡Van a venir a atacarlos de todas partes!' La Biblia Textual 3a Edicion Reedificamos pues el muro, y toda la muralla quedó rehecha hasta media altura, y el pueblo tuvo ánimo para trabajar. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando los judíos que vivían entre ellos vinieron a advertirnos diez veces: 'De todos los lugares en que habitan vienen contra nosotros', Biblia Reina Valera Gómez (2023) Edificamos, pues, el muro, y toda la muralla fue unida hasta la mitad de su altura, porque el pueblo tuvo ánimo para trabajar. |
¿Quién soy yo y quién es mi pueblo para que podamos ofrecerte tantas cosas? Pues todo viene de ti y tuyo es lo que te hemos dado.
Además, todo el oro y plata de mi propiedad personal lo doy por amor del templo de mi Dios;
Ezequías y todo el pueblo se alegraron de lo que Dios había hecho por el pueblo, pues todo se había hecho con gran rapidez.
Por su parte, decían nuestros enemigos: 'Sin que se enteren ni se den cuenta, caeremos sobre ellos, los mataremos y así pondremos fin a la obra'.
Entonces yo emplacé al pueblo en las zonas más bajas, por detrás de la muralla, en los puntos descubiertos, dividiéndolos por familias, cada uno con sus espadas, sus lanzas y sus arcos.
La muralla fue terminada el día veinticinco del mes de elul, en cincuenta y dos días.
Contigo el poderío el día de tu nacimiento; en las montañas santas, como el rocío, te he engendrado en el seno de la aurora.
Y el Señor levantó el ánimo de Zorobabel, hijo de Sealtiel, gobernador de Judá; de Josué, hijo de Yehosadac, sumo sacerdote, y de todo el resto del pueblo, de tal manera que fueron y se pusieron a la obra en el templo del Señor todopoderoso, su Dios.
pues es Dios el que obra en vosotros el querer y el obrar, según su voluntad.
os haga aptos para cumplir su voluntad en toda clase de obras buenas, obrando en vosotros lo que le es agradable a sus ojos por Jesucristo, a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.