Después de las sesenta y dos semanas, matarán a un ungido inocente. La ciudad y el santuario serán destruidos por un príncipe que ha de venir. Su fin será en un cataclismo, y hasta el final habrá guerra y devastaciones decretadas.
Mateo 27:50 - Biblia Martin Nieto Y Jesús, dando de nuevo un fuerte grito, expiró. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Mas Jesús, habiendo otra vez clamado a gran voz, entregó el espíritu. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces Jesús volvió a gritar y entregó su espíritu. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero nuevamente Jesús dio un fuerte grito y entregó su espíritu. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces Jesús, clamando otra vez a gran voz, entregó el espíritu. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entonces Jesús, gritando de nuevo con voz potente, exhaló el espíritu. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mas Jesús, habiendo otra vez clamado a gran voz, entregó el espíritu. |
Después de las sesenta y dos semanas, matarán a un ungido inocente. La ciudad y el santuario serán destruidos por un príncipe que ha de venir. Su fin será en un cataclismo, y hasta el final habrá guerra y devastaciones decretadas.
de la misma manera que el hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y dar su vida por la liberación de todos'.
Y Jesús, con fuerte voz, dijo: 'Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu'. Dijo esto y expiró.
igual que mi Padre me conoce a mí, y yo conozco al Padre; yo doy mi vida por las ovejas.
Había allí un vaso lleno de vinagre; empaparon una esponja en el vinagre, la pusieron en una caña y se la acercaron a la boca.
Cuando Jesús lo probó, dijo: 'Todo está cumplido'. E, inclinando la cabeza, expiró. La herida del costado
Pues de la misma manera que los hijos participan de la misma carne y sangre, también él participó de modo parecido, para reducir a la impotencia mediante la muerte a aquel que tiene el imperio de la muerte, es decir, al diablo,
Él, en los días de su vida mortal, presentó con gran clamor y lágrimas oraciones y súplicas al que podía salvarle de la muerte, y fue escuchado en atención a su obediencia;
¿cuánto más la sangre de Cristo, que por virtud del Espíritu eterno se ofreció a sí mismo a Dios como víctima inmaculada, purificará nuestra conciencia de sus obras muertas, para servir al Dios vivo?