Al humillado podrás decir: '¡Arriba!'; y Dios salvará a quien los ojos baja.
Lucas 18:14 - Biblia Martin Nieto Os digo que éste volvió a su casa justificado, y el otro no. Porque el que se ensalza será humillado, y el que se humilla será ensalzado'. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Os digo que este descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido. Biblia Nueva Traducción Viviente Les digo que fue este pecador —y no el fariseo— quien regresó a su casa justificado delante de Dios. Pues los que se exaltan a sí mismos serán humillados, y los que se humillan serán exaltados». Biblia Católica (Latinoamericana) Yo les digo que este último estaba en gracia de Dios cuando volvió a su casa, pero el fariseo no. Porque el que se hace grande será humillado y el que se humilla será enaltecido. La Biblia Textual 3a Edicion Os digo que éste bajó a su casa justificado antes que aquél, porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla, será enaltecido.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Os digo que éste descendió a su casa justificado, y aquél no; porque todo el que se ensalza será humillado, pero el que se humilla será ensalzado'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Os digo que este descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla, será enaltecido. |
Al humillado podrás decir: '¡Arriba!'; y Dios salvará a quien los ojos baja.
¿Cómo, pues, puede ante Dios ser justo un hombre? ¿Cómo puro el nacido de mujer?
Si me creo justo, puede su boca condenarme; declararme culpable, si me estimo inocente.
Aunque es excelso, el Señor se fija en el humilde, pero conoce desde lejos al soberbio.
Ahora reconozco que el Señor es más fuerte que todos los dioses, porque ha castigado a los egipcios, que tiranizaban a Israel'.
Antes de la caída se eleva el corazón del hombre, la humildad precede a la gloria.
porque más vale que se te diga: 'Sube acá', que ser humillado en presencia del príncipe. Lo que han visto tus ojos
El orgullo del hombre causa su humillación, pero el humilde de espíritu obtiene el honor.
Anda, come tu pan con alegría y bebe con alegre corazón tu vino, porque ya se complace Dios en tu obra.
Gracias al Señor toda la raza de Israel obtendrá la justicia y saltará de gozo.
Después de las penas de su alma, verá la luz y quedará colmado. Por sus sufrimientos mi siervo justificará a muchos y cargará sobre sí las iniquidades de ellos.
Pues esto dice el altísimo, el excelso, el que habita una morada eterna y cuyo nombre es santo: Yo habito en una morada excelsa y santa, pero también estoy con el hombre arrepentido y humilde, para reanimar el espíritu de los humildes, para reconfortar el corazón afligido.
Todo esto lo ha hecho mi mano, y mío es todo ello -dice el Señor-. Pero aquel en quien fijo yo mis ojos es el humilde, el de contrito corazón, que tiembla a mi palabra.
Pues el que se ensalza será humillado y el que se humilla será ensalzado'.
'Dichosos los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de Dios.
ha derribado a los poderosos de sus tronos / y ha encumbrado a los humildes; /
Pero él, queriendo justificarse, dijo a Jesús: '¿Quién es mi prójimo?'.
Porque el que se ensalza será humillado y el que se humilla será ensalzado'.
Y les dijo: 'Vosotros presumís de justos delante de los hombres, pero Dios conoce vuestros corazones; porque lo que se estima tanto entre los hombres, no tiene valor alguno ante Dios.
Porque por las obras de la ley no será justificado mortal alguno delante de él; pues por la ley tenemos solamente el conocimiento del pecado.
en cambio, al que no trabaja, pero cree en el que justifica al culpable, su fe se le cuenta como justicia.
Justificados por la fe, estamos en paz con Dios por nuestro Señor Jesucristo.
pero sabemos que nadie se justifica por las obras de la ley, sino por la fe en Jesucristo; nosotros creemos en Cristo Jesús para ser justificados por la fe de Cristo, no por las obras de la ley; porque nadie será justificado
Pero da una gracia mayor, según dice la Escritura: Dios resiste a los soberbios, pero da la gracia a los humildes.
Ella dijo: 'Que tu sierva alcance tu favor'. La mujer se marchó, comió y bebió, y ya no parecía la de antes.