Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




Levítico 7:18 - Biblia Martin Nieto

Si se come al tercer día la carne del sacrificio de reconciliación, el oferente no será grato; su ofrenda no será tenida en cuenta, y el que haya comido de ella llevará el peso de su falta.

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Si se comiere de la carne del sacrificio de paz al tercer día, el que lo ofreciere no será acepto, ni le será contado; abominación será, y la persona que de él comiere llevará su pecado.

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

Si al tercer día se come algo de la carne de la ofrenda de paz, la persona que la presentó no será aceptada por el Señor. No recibirás ningún mérito por haberla presentado, pues para entonces, la carne estará contaminada; si la comes, serás castigado por tu pecado.

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

El que al tercer día comiere carne del sacrificio de comunión, su sacrificio no sería recibido por Dios, y no sería de ningún provecho para el que lo ofreció; sería una cosa fea y el que la comiere cargaría con un pecado.

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

pues si la carne del sacrificio de paz se come al tercer día, ciertamente no le será aceptado ni tenido en cuenta. Será cosa abominable, y la persona que coma de él cargará con su pecado.

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Si al tercer día alguien come de la carne del sacrificio de comunión, no se aceptará el sacrificio ni se le tendrá en cuenta al que lo ofreció; será cosa inmunda, y el que la coma cargará con su falta.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y si se comiere de la carne del sacrificio de sus ofrendas de paz al tercer día, el que lo ofreciere no será acepto, ni le será contado; abominación será, y el alma que de él comiere llevará su iniquidad.

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



Levítico 7:18
31 Tagairtí Cros  

habitando en sepulcros, pasando la noche en rincones secretos, comiendo carne de cerdo, echando en sus platos carne inmunda


Se sacrifica un toro, se mata a un hombre, se inmola una oveja, se estrangula un perro; se ofrece sangre de cerdo, se quema incienso adorando a un ídolo. Como ellos gustan de seguir sus caminos y su alma se complace en sus horrores,


Esto dice el Señor a este pueblo: '¡Cómo les gusta correr de acá para allá; no dan descanso a sus pies! Pero no agradan al Señor. Se acuerda todavía de su iniquidad y castiga sus pecados'.


Aunque ayunen, no escucharé su súplica; aunque ofrezcan holocaustos y ofrendas, no los aceptaré; antes bien, aniquilaré a este pueblo con la espada, el hambre y la peste'.


El que peca es el que morirá. El hijo no cargará con la culpa del padre, ni el padre con la del hijo. Al justo se le imputará su justicia y al injusto su injusticia.


Aman los sacrificios; ¡pues que los ofrezcan! Aman la carne; ¡que la coman! El Señor no se complace en ellos; ahora recordará su iniquidad, castigará su pecado y ellos volverán a Egipto.


'¿Por qué no habéis comido en lugar santo la víctima del sacrificio por el pecado? Es cosa santísima, que se os ha dado para borrar las culpas de la comunidad, haciendo sobre ella el rito de absolución en presencia del Señor.


Aarón dijo a Moisés: 'Mira, ellos han ofrecido hoy el sacrificio por el pecado y el holocausto ante el Señor, y luego me sucedió lo que tú sabes. Si yo hubiera comido hoy de la víctima por el pecado, ¿hubiera agradado al Señor?'.


Todos los reptiles son repugnantes, y no los comeréis.


Si no lava sus vestidos ni se baña, cargará con su falta'.


Cuando hagáis al Señor un sacrificio de reconciliación, ofrecedlo de manera que Dios os lo acepte.


Si uno toma por esposa a su hermana, por parte de padre o de madre, y tienen relaciones sexuales, es una ignominia; los dos serán matados a la vista de todo el pueblo; por haber tenido relaciones sexuales con su propia hermana cargará con su culpa.


No tendrás relaciones sexuales con tu tía paterna o materna, pues es tenerlas con alguien de la propia sangre, y los dos cargarán con su culpa.


De otra manera, cargarían sobre ellos una falta que exigiría reparación, pues yo soy el Señor, que santifico sus ofrendas'.


Podrás presentar en calidad de ofrenda voluntaria ganado mayor o menor con miembros atrofiados o deformes, pero tales víctimas no serían aceptadas en cumplimiento de un voto.


ni las aceptaréis tampoco de manos de un extranjero para ofrecerlas en alimento a vuestro Dios, pues están deformes y taradas y no serían aceptadas'.


Si uno falta haciendo por inadvertencia lo prohibido por la ley del Señor, se hace culpable; su culpa pesa sobre él,


La carne que haya tocado algo impuro, cualquier cosa que sea, no se podrá comer; deberá ser quemada. Cualquiera que esté puro podrá comer la carne;


Si me ofrecéis holocaustos y ofrendas, no los aceptaré; no me digno mirar el sacrificio de vuestros novillos cebados.


¡Ojalá uno de vosotros cerrara las puertas del templo, para que no se encienda más inútilmente mi altar! No, no estoy contento con vosotros -dice el Señor todopoderoso- y no me agradan las ofrendas de vuestras manos.


Andáis diciendo: '¡Qué aburrimiento!', y me despreciáis -dice el Señor todopoderoso- trayendo la res robada, coja y enferma, y presentándomela como ofrenda. ¿Es que puedo yo aceptarla de vuestras manos? -dice el Señor todopoderoso-.


y esta ofrenda os será considerada como si fuera el trigo de la era o el mosto del lagar.


Y les dijo: 'Vosotros presumís de justos delante de los hombres, pero Dios conoce vuestros corazones; porque lo que se estima tanto entre los hombres, no tiene valor alguno ante Dios.


Y recibió la señal de la circuncisión como sello de la justicia que había obtenido antes de la circuncisión; así se convertía en padre de todos los no circuncidados que creyesen, para que también a ellos se les contase como justicia;


así también Cristo, después de haberse ofrecido una sola vez para quitar los pecados del mundo, aparecerá una segunda vez, sin pecado, para dar la salvación a los que le esperan.


él que llevó en su propio cuerpo nuestros pecados sobre la cruz para que, muertos para el pecado, vivamos para la justicia: por sus heridas hemos sido curados.