Ellos le respondieron: '¡Quítate de ahí!'. Y se decían: 'Éste vino aquí como emigrante, y quiere constituirse en juez; haremos contigo peor que con ellos'. Le empujaron violentamente y trataron de romper la puerta.
Juan 9:34 - Biblia Martin Nieto Le respondieron: 'Todo tú eres pecado desde que naciste, y ¿nos enseñas a nosotros?'. Y lo expulsaron de la sinagoga. CONCLUSIÓN Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Respondieron y le dijeron: Tú naciste del todo en pecado, ¿y nos enseñas a nosotros? Y le expulsaron. Biblia Nueva Traducción Viviente —¡Tú naciste pecador hasta la médula! —le respondieron—. ¿Acaso tratas de enseñarnos a nosotros? Y lo echaron de la sinagoga. Biblia Católica (Latinoamericana) Le contestaron ellos: 'No eres más que pecado desde tu nacimiento, ¿y pretendes darnos lecciones a nosotros?' Y lo expulsaron. La Biblia Textual 3a Edicion Respondieron y le dijeron: Por entero naciste tú en pecados, ¿y tú nos enseñas? Y lo echaron fuera. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Respondiéronle ellos: 'Has nacido enteramente empecatado, ¿y tú nos vas a dar lecciones?'. Y lo arrojaron fuera. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Respondieron y le dijeron: Naciste enteramente en pecado, ¿y tú nos enseñas? Y le expulsaron. |
Ellos le respondieron: '¡Quítate de ahí!'. Y se decían: 'Éste vino aquí como emigrante, y quiere constituirse en juez; haremos contigo peor que con ellos'. Le empujaron violentamente y trataron de romper la puerta.
Amasías le interrumpió: '¿Has sido nombrado acaso consejero del rey? Termina ya, si no quieres que te mate'. El profeta se calló, pero antes dijo: 'Ya veo que Dios ha decidido tu perdición, porque has hecho esto y no has escuchado mi consejo'.
¿Cómo, pues, puede ante Dios ser justo un hombre? ¿Cómo puro el nacido de mujer?
Él respondió: '¿Quién te ha constituido jefe y juez sobre nosotros? ¿Piensas matarme como mataste al egipcio?'. Moisés temió y dijo: 'La cosa se sabe'.
Expulsa al insolente y cesará la discordia, litigios e injurias se calmarán.
¿Ves a un hombre que se tiene por sabio? Más se puede esperar de un necio que de él.
El hombre que ante los reproches se hace más terco será quebrantado de repente y sin remedio.
y diciendo: ¡Quédate ahí, no te me acerques, porque te santificaría! Todos ellos son humo en mi nariz, fuego que arde sin cesar.
Escuchad la palabra del Señor los que tembláis a su palabra: Han dicho vuestros hermanos que os odian, que os aborrecen a causa de mi nombre. ¡Que el Señor manifieste su gloria para que podamos ver vuestra alegría! Pero ellos serán avergonzados.
Entonces uno de los doctores de la ley le dijo: 'Maestro, hablando así nos ofendes también a nosotros'.
Porque el que se ensalza será humillado y el que se humilla será ensalzado'.
Os aseguro que el que no reciba el reino de Dios como un niño no entrará en él'.
Dichosos seréis si os odian los hombres, si os expulsan, os insultan y proscriben vuestro nombre como infame por causa del hijo del hombre.
Todos los que el Padre me da vendrán a mí. Al que viene a mí no lo rechazo,
Vosotros hacéis lo que hace vuestro padre'. Le dijeron: 'Nosotros no somos hijos bastardos; tenemos un solo padre: Dios'.
Sus discípulos le preguntaron: 'Maestro, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que naciera ciego?'.
Sus padres hablaron así por miedo a los judíos, que habían decidido expulsar de la sinagoga al que reconociera que Jesús era el mesías.
Jesús oyó que lo habían expulsado; fue a buscarlo y le dijo: '¿Tú crees en el hijo del Hombre?'.
Al oír esto, algunos fariseos que estaban con él le preguntaron: '¿Somos también nosotros ciegos?'.
A los de fuera, Dios los juzgará. Echad de entre vosotros al malvado.
Nosotros también éramos de ésos cuando nos dejábamos llevar de las apetencias carnales, sujetos a los deseos de nuestros instintos y a nuestra imaginación. Éramos, por naturaleza, objeto de la ira divina, igual que los demás.
De igual manera vosotros, jóvenes, vivid sumisos a los ancianos. Revestíos todos mutuamente de humildad, como servidores unos de los otros; porque Dios se enfrenta a los soberbios, pero da su gracia a los humildes.
Por eso, si llego a ir, no dejaré de recordarle su conducta, pues anda diciendo desvergonzadamente cosas falsas contra mí. No contento con esto, no recibe a los hermanos y reprende y echa de la comunidad a los que quieren recibirlos.
He escrito algo a la Iglesia; pero Diotrefes, con su ambición de dominarlo todo, no me hace caso.
de forma que ninguno pudiera comprar o vender si no había sido marcado con el nombre de la bestia o con la cifra de su nombre.