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1 Pedro 5:5 - Biblia Martin Nieto

5 De igual manera vosotros, jóvenes, vivid sumisos a los ancianos. Revestíos todos mutuamente de humildad, como servidores unos de los otros; porque Dios se enfrenta a los soberbios, pero da su gracia a los humildes.

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Biblia Reina Valera 1960

5 Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, Y da gracia a los humildes.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 Del mismo modo, ustedes los más jóvenes tienen que aceptar la autoridad de los ancianos; y todos vístanse con humildad en su trato los unos con los otros, porque «Dios se opone a los orgullosos pero da gracia a los humildes».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 También ustedes, los más jóvenes, sean sumisos a la autoridad de los Ancianos. Traten de rivalizar en sencillez y humildad unos con otros, porque Dios resiste a los orgullosos, pero da su gracia a los humildes.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos, y todos vosotros revestíos de humildad los unos para con los otros, porque: Dios resiste° a los soberbios y da gracia a los humildes.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 De igual modo, vosotros, jóvenes, someteos a los presbíteros. Revestíos todos de humildad en servicio mutuo, porque Dios resiste a los soberbios y da gracia a los humildes.

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1 Pedro 5:5
27 Tagairtí Cros  

Ahora, pues, levántate, Señor Dios, ven al lugar de tu morada, ven con el arca de tu poder. Que tus sacerdotes, Señor Dios, se revistan de salvación, que tus fieles gocen de felicidad.


Al humillado podrás decir: '¡Arriba!'; y Dios salvará a quien los ojos baja.


De justicia me había vestido y ella me cubría, la justicia era mi manto y mi turbante.


revestiré de salvación a sus sacerdotes y sus fieles saltarán de gozo.


que tus sacerdotes se revistan de justicia y griten de júbilo tus fieles.


Aunque es excelso, el Señor se fija en el humilde, pero conoce desde lejos al soberbio.


porque más vale que se te diga: 'Sube acá', que ser humillado en presencia del príncipe. Lo que han visto tus ojos


De los burlones se burla, y a los humildes da su gracia.


Pues esto dice el altísimo, el excelso, el que habita una morada eterna y cuyo nombre es santo: Yo habito en una morada excelsa y santa, pero también estoy con el hombre arrepentido y humilde, para reanimar el espíritu de los humildes, para reconfortar el corazón afligido.


Yo salto de gozo con el Señor, mi alma se entusiasma con mi Dios, porque me ha puesto los vestidos de la salvación, me ha envuelto en el manto de la justicia, como un recién casado se ciñe la diadema o una novia se adorna con sus joyas.


Todo esto lo ha hecho mi mano, y mío es todo ello -dice el Señor-. Pero aquel en quien fijo yo mis ojos es el humilde, el de contrito corazón, que tiembla a mi palabra.


Bajarán de sus tronos todos los príncipes del mar, se quitarán sus mantos y se despojarán de sus vestiduras recamadas; se vestirán de luto, se sentarán en tierra, sufrirán incesantes temblores y estarán consternados por ti.


Después de aniquilar a este ejército, el rey del sur se inflará de soberbia, aplastará aún a millares de hombres, pero no durará su fuerza.


Ponte en pie ante el hombre de canas, honra al anciano y teme a Dios: yo, el Señor.


Entre vosotros no ha de ser así, sino que el mayor entre vosotros será como el más joven, y el que mande como el que sirve.


Amaos de corazón unos a otros, como buenos hermanos; que cada uno ame a los demás más que a sí mismo.


al contrario, revestíos de Jesucristo, el Señor, y no busquéis satisfacer los bajos instintos.


Respetaos unos a otros por fidelidad a Cristo.


No hagáis cosa alguna por espíritu de rivalidad o de vanagloria; sed humildes y tened a los demás por superiores a vosotros,


Dios os ama y os ha elegido para que seáis miembros de su pueblo. Por tanto, sed compasivos, bondadosos, humildes, pacientes y comprensivos.


No reprendas con dureza al anciano, sino más bien exhórtalo como a un padre; a los jóvenes, como a hermanos;


Obedeced a vuestros jefes y estadles sumisos, porque ellos cuidan de vuestras vidas, de las cuales deberán dar cuenta, para que lo hagan con alegría y no con lágrimas, lo que no os beneficiaría nada.


Pero da una gracia mayor, según dice la Escritura: Dios resiste a los soberbios, pero da la gracia a los humildes.


Finalmente, vivid todos unidos en armonía. Sed compasivos, fraternales, misericordiosos, humildes,


Por eso, si Cristo sufrió en su carne mortal, haceos la cuenta de que también vosotros tenéis que sufrir, el que está dispuesto a sufrir en su carne ha roto con el pecado.


De todo darán cuenta al que está pronto para el juicio de vivos y muertos.


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