Juan 8:32 - Biblia Martin Nieto conoceréis la verdad y la verdad os hará libres'. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. Biblia Nueva Traducción Viviente y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres. Biblia Católica (Latinoamericana) entonces conocerán la verdad, y la verdad los hará libres. La Biblia Textual 3a Edicion y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. Biblia Serafín de Ausejo 1975 conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. |
guíame en tu verdad, enséñame; tú eres mi Dios y mi salvador, yo siempre espero en ti.
Convertíos a mis exhortaciones; he aquí que yo derramaré sobre vosotros mi espíritu; yo os haré conocer mis palabras.
La senda de los justos es como la luz del alba, cuyo esplendor va creciendo hasta el pleno día.
vendrán muchos pueblos y dirán: Venid, subamos al monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob, para que nos enseñe sus caminos y caminemos por sus sendas. Pues de Sión saldrá la ley y de Jerusalén la palabra del Señor.
y tus oídos oirán resonar detrás de ti estas palabras: Éste es el camino, seguidlo, ya estéis a la derecha o a la izquierda.
Habrá allí un camino allanado, se le llamará la vía santa; ningún impuro pasará por él, ni a él irán a parar los insensatos.
Tus hijos serán todos discípulos del Señor, grande será la dicha de tus hijos.
El espíritu del Señor Dios está en mí, porque el Señor me ha ungido. Me ha enviado a llevar la buena nueva a los pobres, a curar los corazones oprimidos, a anunciar la libertad a los cautivos, la liberación a los presos;
Esto dice el Señor: 'Apostaos en las sendas de antaño, informaos de los caminos antiguos. Ése es el buen camino; seguidlo y hallaréis descanso para vuestras almas'. Pero ellos han dicho: '¡No lo seguiremos!'.
Esforcémonos en conocer al Señor. Es cierta como la aurora su venida: vendrá a nosotros como viene la lluvia, como la lluvia de primavera que fecunda la tierra.
Entonces saldrá de tu casa él y sus hijos; volverá a su familia y recobrará de nuevo la propiedad de sus padres.
Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy afable y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas.
Y aquel que es la Palabra / se hizo carne, / y habitó entre nosotros, / y nosotros vimos su gloria, / gloria cual de unigénito / venido del Padre, / lleno de gracia y de verdad. /
Porque la ley fue dada por Moisés, / pero la gracia y la fidelidad / vinieron por Cristo Jesús. /
Jesús le dijo: 'Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie va al Padre sino por mí.
Cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará a la verdad completa. Pues no os hablará por su cuenta, sino que os dirá lo que ha oído y os anunciará las cosas venideras.
Está escrito en los profetas: Todos serán enseñados por Dios. Todo el que escucha al Padre y acepta su enseñanza viene a mí.
El que quiera hacer la voluntad de Dios conocerá si mi doctrina es de Dios o si hablo por mi cuenta.
Pero ahora, libres del pecado y al servicio de Dios, tenéis como fruto la consagración a Dios y como resultado final la vida eterna.
Porque no recibisteis el espíritu de esclavitud para recaer de nuevo en el temor, sino que recibisteis el espíritu de hijos adoptivos, que nos hace exclamar: ¡Abba! ¡Padre!
Porque la ley del espíritu, que da la vida en Cristo Jesús, me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.
porque la llamada del Señor hace libre al esclavo y esclavo de Cristo al libre.
Cristo nos ha liberado para que seamos hombres libres; permaneced firmes y no os dejéis poner de nuevo el yugo de la esclavitud.
Hermanos, vosotros habéis sido llamados a ser hombres libres; pero procurad que la libertad no sea un pretexto para dar rienda suelta a las pasiones, antes bien, servíos unos a otros por amor.
que siempre están aprendiendo sin poder llegar jamás al conocimiento de la verdad.
Pero el que considera atentamente la ley perfecta de la libertad y persevera en ella, no como un oyente olvidadizo, sino como un activo cumplidor, será dichoso en practicarla.
Comportaos como hombres libres, pero sin usar la libertad como pretexto para encubrir la malicia sino obrando como siervos de Dios.
Yo, el presbítero, a la señora elegida y a sus hijos, que amo de verdad -no sólo yo, sino también todos los que han conocido la verdad-,