El Señor mandó contra ellos al rey de los caldeos, que pasó a espada a sus jóvenes en el santuario mismo, sin perdonar a nadie, ni joven ni virgen, ni anciano ni hombre encanecido. Dios los entregó a todos en sus manos.
Jeremías 6:21 - Biblia Martin Nieto Por eso, esto dice el Señor: 'Voy a poner ante este pueblo obstáculos en los que tropiecen. Padres e hijos a una, vecinos y amigos perecerán'. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Por tanto, Jehová dice esto: He aquí yo pongo a este pueblo tropiezos, y caerán en ellos los padres y los hijos juntamente; el vecino y su compañero perecerán. Biblia Nueva Traducción Viviente Por lo tanto, esto dice el Señor: «Pondré obstáculos en el camino de mi pueblo. Padres e hijos tropezarán contra ellos. Vecinos y amigos morirán juntos». Biblia Católica (Latinoamericana) Por eso, así habla Yavé: 'Voy a poner, por donde pase este pueblo, piedras, para que todos se caigan: padres e hijos, vecinos y amigos, perecerán juntos. La Biblia Textual 3a Edicion Por tanto, así dice YHVH: He aquí Yo pongo tropiezos delante de este pueblo, Y en ellos tropezarán juntos padres e hijos; El vecino también y el amigo, y perecerán. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Por eso, así dice Yahveh: Mirad que estoy poniendo a este pueblo tropiezos en los que tropezarán padres e hijos a la vez, vecino con vecino perecerán. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Por tanto, así dice Jehová: He aquí, yo pondré piedras de tropiezo delante de este pueblo, y caerán en ellas los padres y los hijos juntamente, el vecino y su amigo perecerán. |
El Señor mandó contra ellos al rey de los caldeos, que pasó a espada a sus jóvenes en el santuario mismo, sin perdonar a nadie, ni joven ni virgen, ni anciano ni hombre encanecido. Dios los entregó a todos en sus manos.
Él será una piedra de tropiezo, una roca que puede hacer caer para las dos casas de Israel; un lazo y una trampa para los habitantes de Jerusalén.
Muchos tropezarán en ella, caerán, se harán pedazos, serán prendidos en la trampa y apresados.
Los estrellaré el uno contra el otro, los padres contra los hijos, dice el Señor. Sin piedad, sin misericordia, sin perdón, los aniquilaré'.
Dad gloria al Señor, vuestro Dios, antes que lleguen las tinieblas; antes que vuestros pies tropiecen por los montes tenebrosos; vosotros esperáis luz, pero él la cambiará en noche, la convertirá en tinieblas.
¡Entrega, pues, a sus hijos al hambre, abandónalos a merced de la espada! ¡Quédense sus mujeres sin hijos y sin marido! ¡Mueran de peste sus hombres, y sus jóvenes atravesados por la espada en la guerra!
Pero tú, Señor, conoces bien sus planes asesinos contra mí. No perdones su crimen, no borres de tu vista su pecado. ¡Caigan derribados ante ti, actúa contra ellos en el día de tu cólera!
Después de esto, dice el Señor, entregaré a Sedecías, rey de Judá, a sus servidores y a los habitantes de esta ciudad que hayan escapado a la peste, a la espada y al hambre, en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, en manos de sus enemigos, de aquellos que buscan su vida; él los pasará a filo de espada sin consideración, sin piedad y sin compasión'.
Tendrían que avergonzarse de sus acciones execrables, pero han perdido la vergüenza; no saben ya ni sonrojarse. Por eso han de caer entre los que perecen; se desplomarán cuando yo los visite, -dice el Señor-.
Asimismo, si el justo se desvía de su justicia y comete la injusticia por no haberle tú advertido, él morirá en su pecado y no será tenida en cuenta la justicia que había practicado, pero a ti te pediré cuenta de su sangre.
Los padres devorarán a sus hijos en medio de ti, y los hijos devorarán a sus padres. Ejecutaré contra ti la sentencia y esparciré a todos los vientos lo que aún quede de ti.
Tropezarán y caerán unos sobre otros, como cuando se huye delante de la espada, sin que sean en realidad perseguidos. No podréis resistir ante vuestros enemigos,
Y David dice: Que su mesa se convierta en un lazo para ellos, en trampa, en tropiezo y en castigo;
como dice la Escritura: Mirad, yo pongo en Sión una piedra de tropiezo, una roca que os puede hacer caer; pero el que crea en ella no quedará defraudado.