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Jeremías 4:9 - Biblia Martin Nieto

El día aquel -dice el Señor- desfallecerá el corazón del rey y el corazón de los jefes; los sacerdotes quedarán consternados, y estupefactos los profetas.

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Biblia Reina Valera 1960

En aquel día, dice Jehová, desfallecerá el corazón del rey y el corazón de los príncipes, y los sacerdotes estarán atónitos, y se maravillarán los profetas.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

«En aquel día —dice el Señor—, el rey y los funcionarios temblarán de miedo. Los sacerdotes quedarán paralizados de terror y los profetas, horrorizados».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Ese día, dice Yavé, desfallecerá el corazón del rey y de los jefes; los sacerdotes temblarán de miedo, y los profetas, de espanto.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y sucederá en aquel día, dice YHVH, Que desfallecerá el corazón del rey y el corazón de los príncipes, Y los sacerdotes estarán atónitos y los profetas, consternados.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Aquel día -oráculo de Yahveh- fallará el corazón del rey y el corazón de los jefes; se consternarán los sacerdotes y se pasmarán los profetas.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y será en aquel día, dice Jehová, que perecerá el corazón del rey, y el corazón de los príncipes, y los sacerdotes estarán atónitos, y se maravillarán los profetas.

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Jeremías 4:9
20 Tagairtí Cros  

Entonces se practicó una brecha en la ciudad, y todos los hombres de armas huyeron de noche por la puerta entre los dos muros que daban al jardín real, mientras los caldeos rodeaban la ciudad, y escaparon hacia la Arabá.


Pues mis días se disipan como el humo, y mis huesos queman como brasas;


Aquel día los egipcios serán como mujerzuelas; se asustarán y se horrorizarán al ver agitarse la mano que el Señor todopoderoso levantará contra ellos.


Egipto perderá su cordura; yo desharé sus planes. Consultarán a los ídolos, a los hechiceros, a los nigromantes y a los adivinos.


os alcanzará siempre que pase. Y pasará mañana tras mañana, de día y de noche; y sólo habrá terror al conocer la noticia.


Como se avergüenza un ladrón al ser sorprendido, así se avergonzarán los de la casa de Israel, ellos, sus reyes y sus jefes, sus sacerdotes y sus profetas,


¡Gritad, pastores; gritad, revolcaos en la tierra, mayorales del rebaño, porque ha llegado el día de vuestra matanza; caeréis como carneros escogidos!


¿Dónde están ahora los profetas que os profetizaban: No vendrá el rey de Babilonia contra vosotros ni contra este país?


Han sido tomadas las ciudades, ocupadas las fortalezas, y el corazón de los guerreros de Moab es en este día como el corazón de una mujer en parto.


Los profetas profetizan mentiras, los sacerdotes enseñan con su mal ejemplo. ¡Y mi pueblo en ello se complace! Mas ¿qué haréis cuando llegue el fin?


abrieron una brecha en el muro de la ciudad, y el rey y todos los hombres de guerra salieron huyendo durante la noche por el camino de la puerta situada entre los dos muros, junto al jardín del rey -los caldeos cercaban la ciudad-, y tomaron el camino de la Arabá.


Mirad, engreídos, y quedaos admirados y asombrados, pues voy a realizar en vuestros días una obra que no creeríais si alguno os la contara'.