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Jeremías 4:10 - Biblia Martin Nieto

10 Y dirán: '¡Ah, Señor Dios, cómo has engañado a este pueblo y a Jerusalén, diciéndole: Tendréis paz, cuando la espada se ha clavado hasta el alma!'.

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Biblia Reina Valera 1960

10 Y dije: ¡Ay, ay, Jehová Dios! Verdaderamente en gran manera has engañado a este pueblo y a Jerusalén, diciendo: Paz tendréis; pues la espada ha venido hasta el alma.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Entonces dije: «Oh Señor Soberano, el pueblo ha sido engañado por lo que dijiste, porque prometiste paz para Jerusalén. ¡Sin embargo, la espada está en su cuello!».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Y dirán: '¡Ah, Señor Yavé! ¡Mira cómo nos has engañado, cuando afirmabas: Ustedes vivirán en paz; mientras que ahora estamos con la espada al cuello!'

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 (Dije yo entonces: ¡Ah, Adonay YHVH!, ciertamente permitiste° que este pueblo y Jerusalem fuera engañado, cuando les decían: ¡Tendréis paz!, pues tenemos la espada al cuello.)

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Diré entonces: '¡Ah, Señor Yahveh!'. De verdad has engañado por completo a este pueblo y a Jerusalén, cuando decías: 'Tendréis paz', y la espada ha penetrado hasta el fondo del alma.

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Jeremías 4:10
21 Tagairtí Cros  

Moisés se dirigió al Señor diciendo: 'Señor, ¿por qué maltratas a este pueblo? ¿Por qué me has enviado?


Esta vez voy a desencadenar todas mis plagas contra ti y contra tus servidores y contra tu pueblo, para que sepas que no hay otro como yo en toda la tierra.


Dicen a los videntes: No tengáis visiones, y a los profetas: No profeticéis la verdad para nosotros: decidnos cosas seductoras, profetizad ilusiones;


Yo defenderé esta ciudad y la salvaré, en atención a mí y a mi siervo David.


¿Por qué, Señor, nos haces andar errantes lejos de tus caminos y endureces nuestro corazón para que no te temamos? ¡Oh, vuelve, por amor de tus siervos y de las tribus de tu heredad!


Yo dije: '¡Ah, Señor Dios, mira que yo no sé hablar; soy joven!'.


Dicen a quienes desprecian la palabra del Señor: '¡Tendréis paz!', y a todos los que siguen el capricho de su corazón: '¡No os sobrevendrá ningún mal!'.


'Señor Dios, tú has creado el cielo y la tierra con tu gran fuerza y desplegando tu poder. ¡Nada hay imposible para ti!


Tu conducta, tus acciones te han merecido esto. He ahí tu maldad: amargura es que el corazón te punza.


Han renegado del Señor. Han dicho: '¡No es él; ningún mal nos sobrevendrá; no veremos ni espada ni escasez!


Curan ellos la herida de su pueblo livianamente, diciendo: ¡Paz, paz! siendo así que no hay paz.


Intentan ellos curar la herida de mi pueblo insensatamente diciendo: ¡Paz, paz!, siendo así que no hay paz.


Por tierra yacían en las calles niños y ancianos; mis doncellas y mis jóvenes cayeron a cuchillo; ¡has sembrado muerte en el día de tu ira, has degollado sin compasión!


Apenas había profetizado, cuando Pelatías, hijo de Banayas, cayó muerto. Entonces yo me arrojé rostro en tierra y grité con voz fuerte: '¡Señor Dios! ¿Vas a exterminar el resto de Israel?'.


Por eso Dios los abandonó a sus bajas pasiones y a la inmoralidad, de forma que ellos mismos degradan sus propios cuerpos;


Por esto Dios los abandonó a sus pasiones vergonzosas; pues, por una parte, sus mujeres cambiaron las relaciones naturales del sexo por otras contra la naturaleza.


Y como no se preocuparon de tener el conocimiento cabal de Dios, Dios los abandonó a su mente depravada, que los empuja a hacer lo que no deben.


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