Salmos 102:4 - Biblia Martin Nieto

⁴ Pues mis días se disipan como el humo, y mis huesos queman como brasas;

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

⁴ Mi corazón está herido, y seco como la hierba, Por lo cual me olvido de comer mi pan.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁴ Tengo el corazón angustiado, marchito como la hierba, y perdí el apetito.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁴ como hierba segada, mi corazón se seca y hasta me olvido de comer mi pan;'

La Biblia Textual 3a Edicion

⁴ Mi corazón herido se agosta como la hierba, Y aun de comer mi pan me olvido.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁴ Mis días se terminan en humo, y mis huesos se queman lo mismo que un brasero.

Salmos 102:4 Tagairtí Cros

2 Samuel 12:17

Los ancianos de la casa le rogaron con insistencia que se levantara del suelo, pero él no quiso, ni tomó alimento alguno con ellos.

Esdras 10:6

Esdras se retiró del templo de Dios y se fue al aposento de Jojanán, hijo de Eliasib, donde pasó la noche sin comer pan ni beber agua; tan desolado estaba con la prevaricación de los repatriados.

Job 10:1

Mi alma siente asco de mi vida; quiero dar libre curso a mis lamentos, derramaré la amargura de mi alma.

Job 30:30

Mi piel ennegrecida se me salta, mis huesos queman por la fiebre.

Job 33:20

cuando le produce náuseas la comida, y su alma aborrece el manjar más exquisito;

Job 6:4

Pues las flechas del todopoderoso están en mí clavadas; mi espíritu bebe su veneno, y los terrores de Dios me turban.

Salmos 102:11

Por tu indignación y tu furor me has levantado y me has tirado lejos;

Salmos 102:9

Mis enemigos me ultrajan sin cesar, me maldicen enfurecidos contra mí.

Salmos 37:2

pues se secan pronto como el heno, como la hierba verde se marchitan.

Salmos 42:6

¿Por qué te afliges, alma mía, por qué te quejas? Espera en Dios, que aún he de alabarlo, salud de mi rostro, Dios mío.

Salmos 69:20

Tú conoces mi afrenta, mi ignominia y mi vergüenza; todos mis opresores están ante tu vista.

Salmos 77:3

En el día de la angustia acudo al Señor, alzo sin descanso mis manos en la noche y no encuentro consuelo;

Isaías 40:7

La hierba se seca, la flor se marchita, cuando el soplo del Señor le llega. ¡Sí, el pueblo es la hierba!

Lamentaciones 3:13

Ha clavado sus flechas en mis lomos, las flechas de su aljaba.

Lamentaciones 3:20

Pero yo lo recuerdo, lo recuerdo y me quedo abrumado.

Hechos 9:9

donde estuvo tres días sin ver y sin comer ni beber.