Yo quiero hacer un pacto con el Señor para que aparte su ira de nosotros.
Jeremías 3:5 - Biblia Martin Nieto ¿Estará airado siempre? ¿Durará eternamente su cólera? Así hablas, pero sigues haciendo todo el mal que puedes. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 ¿Guardará su enojo para siempre? ¿Eternamente lo guardará? He aquí que has hablado y hecho cuantas maldades pudiste. Biblia Nueva Traducción Viviente ¡Seguro que no estarás enojado para siempre! ¡Sin duda puedes olvidar lo que he hecho!”. Hablas de esta manera, pero sigues haciendo todo el mal posible». Biblia Católica (Latinoamericana) Así hablabas, y proseguías feliz cometiendo tus maldades. La Biblia Textual 3a Edicion Pensando: No guardará rencor para siempre, No estará indignado hasta el fin; Pero sigues haciendo cuantas maldades están a tu alcance. Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¿Estará enojado por siempre o guardará rencor hasta el fin? Esto es lo que dices, pero haces las maldades que puedes. Biblia Reina Valera Gómez (2023) ¿Guardará su enojo para siempre? ¿Eternamente lo guardará? He aquí que has hablado y hecho cuantas maldades pudiste. |
Yo quiero hacer un pacto con el Señor para que aparte su ira de nosotros.
Restáuranos, oh Dios, salvador nuestro, retira tu indignación contra nosotros.
¿Vas a estar siempre irritado con nosotros?, ¿vas a alargar tu ira por todas las edades?;
Porque no quiero discutir eternamente y estar por siempre airado, pues ante mí sucumbiría el espíritu y las almas que yo he creado.
Tus santas ciudades han quedado hechas un desierto; Sión está desierta, Jerusalén es una desolación.
Vete, pues, a pronunciar estas palabras hacia el lado del norte. Dirás: Vuelve, rebelde Israel, dice el Señor. No apartaré mi rostro de vosotros, porque soy misericordioso, dice el Señor; no estaré airado eternamente.
¿Por qué este pueblo se rebela tercamente? Se aferran al engaño y no quieren arrepentirse.
He escuchado atentamente; no hablan como se debe; ninguno se arrepiente de su perversidad, y dicen: '¿Qué es lo que he hecho?'. Todos siguen su desenfrenada carrera, como el caballo vuela donde hierve la lucha.
Ved, los príncipes de Israel, cada uno por su cuenta, están ocupados en derramar sangre.
¡Ay de aquellos que planifican injusticias, preparan el mal en sus lechos y lo llevan a cabo apenas despunta la mañana porque tienen el poder en sus manos!
Sólo emplean las manos para hacer el mal: los funcionarios exigen recompensas, los jueces se dejan sobornar por regalos, los poderosos manifiestan sus ambiciones.