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Isaías 64:9 - Biblia Martin Nieto

9 Tus santas ciudades han quedado hechas un desierto; Sión está desierta, Jerusalén es una desolación.

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Biblia Reina Valera 1960

9 No te enojes sobremanera, Jehová, ni tengas perpetua memoria de la iniquidad; he aquí, mira ahora, pueblo tuyo somos todos nosotros.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 No te enojes tanto con nosotros, Señor; por favor, no te acuerdes de nuestros pecados para siempre. Te pedimos que nos mires y veas que somos tu pueblo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Tus ciudades santas han quedado abandonadas; Sión está desierta, Jerusalén hecha una ruina.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 ¡No te excedas, en la ira, oh YHVH, Ni te acuerdes para siempre de la iniquidad! ¡Te lo rogamos, Pues todos nosotros somos pueblo tuyo!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Tus santas ciudades están desiertas, Sión en desierto se ha convertido, Jerusalén, en desolación.

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Isaías 64:9
27 Tagairtí Cros  

incendió el templo del Señor y el palacio real y prendió fuego a todas las casas y palacios de Jerusalén.


tuyo soy, sálvame, pues busco tus preceptos;


Al maestro de coro. Para instrumentos de cuerda. En octava. Salmo de David


Y nosotros, tu pueblo, ovejas de tu grey, te estaremos eternamente agradecidos, de edad en edad pregonaremos tu alabanza.


Soy yo, soy yo, quien tengo que borrar tus faltas y no acordarme de tus pecados.


Por su grave perversidad me he irritado; lo herí y me oculté en mi enojo. Él se iba rebelde, por el camino de su corazón.


Hijos de extranjeros reconstruirán tus muros, y sus reyes serán tus servidores; pues si en mi ira te aplasté, en mi clemencia me he apiadado de ti.


¿Por qué han invadido los tiranos tu templo, y nuestros agresores han pisoteado tu santuario?


Somos desde hace tiempo gentes que tú no riges y que no llevan ya tu nombre. ¡Oh, si tú rasgases los cielos y bajases haciendo estremecer con tu presencia a las montañas,


Él había dicho: Realmente son mi pueblo, hijos que no serán traidores. Y fue su salvador


Castígame, Señor, mas con justa medida, y no según tu cólera, no sea que me aniquiles.


Vete, pues, a pronunciar estas palabras hacia el lado del norte. Dirás: Vuelve, rebelde Israel, dice el Señor. No apartaré mi rostro de vosotros, porque soy misericordioso, dice el Señor; no estaré airado eternamente.


'¿No ha sido acaso el incienso que quemasteis en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén vosotros, vuestros padres, vuestros reyes, vuestros príncipes y el pueblo del país lo que ha recordado el Señor, lo que le ha venido a la memoria?


El Señor ha rechazado su altar, ha aborrecido su santuario; ha entregado en manos del enemigo las defensas de sus palacios; ¡gritos se dieron en el templo del Señor, como en día de fiesta!


por el monte Sión, que está desolado, y en el que merodean los chacales.


¿Por qué nos vas a olvidar para siempre, por qué abandonarnos por tanto tiempo?


si no nos has rechazado del todo, si no estás irritado contra nosotros sin medida!


No volverán a ser la esperanza de la casa de Israel, sino que recordarán más bien sus iniquidades cuando se iba detrás de ellos. Y sabrán que yo soy el Señor Dios'.


Convertiré en desiertos vuestras ciudades, devastaré vuestros santuarios y no aspiraré más el aroma de vuestros sacrificios.


¡Señor, he conocido tu fama; Señor, tengo un gran respeto por tu obra! ¡Hazla revivir en nuestro tiempo, en nuestro tiempo dala a conocer y en la ira acuérdate de compadecerte!


Si Edón dice: 'Hemos sido destruidos, pero reconstruiremos nuestras ruinas', esto dice el Señor todopoderoso: 'Ellos edificarán, pero yo destruiré; serán llamados Tierra malvada, pueblo contra el que el Señor está eternamente indignado.


Éstos son fuentes sin agua, nubes azotadas por el viento, a quienes les aguardan densas tinieblas.


El diablo, que lo seducía, fue arrojado al estanque de fuego y de azufre, donde están la bestia y el falso profeta, y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.


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