Di a los israelitas: Yo soy el Señor; yo os libertaré de la opresión de los egipcios; os libraré de su esclavitud y os rescataré con gran poder y haciendo justicia.
Jeremías 21:5 - Biblia Martin Nieto Y yo mismo combatiré contra vosotros con mano fuerte y brazo extendido, con cólera, furor y gran indignación. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Pelearé contra vosotros con mano alzada y con brazo fuerte, con furor y enojo e ira grande. Biblia Nueva Traducción Viviente Yo mismo pelearé contra ti con mano fuerte y brazo poderoso porque estoy muy enojado. ¡Me has puesto furioso! Biblia Católica (Latinoamericana) Y yo mismo pelearé contra ustedes a mano limpia y con la camisa arremangada, con rabia, con ira y con gran indignación. La Biblia Textual 3a Edicion y Yo mismo pelearé contra vosotros con mano extendida y con brazo fuerte, lleno de ira, con ardiente indignación y con grande enojo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Yo mismo pelearé contra vosotros con mano extendida y brazo fuerte, con ira, furor y saña, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y pelearé contra vosotros con mano levantada y con brazo fuerte, y con furor, y enojo, e ira grande: |
Di a los israelitas: Yo soy el Señor; yo os libertaré de la opresión de los egipcios; os libraré de su esclavitud y os rescataré con gran poder y haciendo justicia.
Porque si yo hubiera extendido mi mano hiriéndote a ti y a tu pueblo con la peste, habríais desaparecido de la tierra.
No queda más que doblegarse entre los prisioneros o sucumbir con los muertos. Y con todo no ha amainado su cólera, su brazo aún está extendido.
Por eso la ira del Señor se ha encendido contra su pueblo, extendió su mano contra él y lo hirió; temblaron los montes; sus cadáveres fueron como carroña en medio de las calles. Con todo, su cólera no ha amainado; su mano aún está extendida.
Pero ellos se rebelaron contra él y afligieron su santo espíritu. Entonces él se hizo su enemigo, y peleó contra ellos.
Pero el pueblo no ha vuelto hacia aquel que le hiere; no ha buscado al Señor omnipotente.
Que la maldad arde como fuego; devora los cardos, los abrojos y prende los bardales del bosque, levantando remolinos de humo.
'Señor Dios, tú has creado el cielo y la tierra con tu gran fuerza y desplegando tu poder. ¡Nada hay imposible para ti!
Yo los recogeré de todos los países en que los he arrojado en mi cólera, mi furor y mi gran indignación. Los volveré a este lugar y haré que habiten en él con seguridad.
Tal vez eleven súplicas al Señor y se conviertan de su mala conducta; pues grande es la cólera y el furor con que el Señor ha amenazado a este pueblo'.
Aunque derrotarais al ejército entero de los caldeos que combaten contra vosotros y no quedasen entre ellos más que unos pocos malheridos, saldrían éstos uno a uno de su tienda y prenderían fuego a esta ciudad'.
Sus casas pasarán a otros y también sus campos y sus mujeres, porque yo extenderé mi mano sobre los habitantes de esta tierra -dice el Señor-.
Ha despedazado en el ardor de su ira todo el poder de Israel; ha retirado atrás su diestra, al acercarse al enemigo; ha encendido contra Jacob un fuego que todo lo devora.
pero allí despedazaré el arco de tu mano izquierda y haré caer las flechas de tu diestra.
Por eso, esto dice el Señor Dios: También yo me vuelvo contra ti y haré justicia en medio de ti a los ojos de las gentes;
Guardaos, pues, de olvidar la alianza que el Señor, vuestro Dios, ha hecho con vosotros y no os hagáis esculturas o imágenes talladas de todo lo que el Señor, tu Dios, te ha prohibido,
¿Ha habido un dios que haya ido a buscar una nación en medio de otra a fuerza de tantas pruebas, milagros y prodigios, de violencia, con mano fuerte y brazo poderoso, en medio de tremendas hazañas, como las hizo el Señor, vuestro Dios, por vosotros en Egipto, como todos habéis visto?