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Jeremías 37:10 - Biblia Martin Nieto

10 Aunque derrotarais al ejército entero de los caldeos que combaten contra vosotros y no quedasen entre ellos más que unos pocos malheridos, saldrían éstos uno a uno de su tienda y prenderían fuego a esta ciudad'.

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Biblia Reina Valera 1960

10 Porque aun cuando hirieseis a todo el ejército de los caldeos que pelean contra vosotros, y quedasen de ellos solamente hombres heridos, cada uno se levantará de su tienda, y pondrán esta ciudad a fuego.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Y aunque pudieran destruir a todo el ejército babilónico y dejaran a solo un puñado de sobrevivientes heridos, ¡aun así estos saldrían tambaleando de sus carpas e incendiarían esta ciudad hasta reducirla a cenizas!”».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Aunque ustedes destrozaran todo el ejército de los caldeos y no les quedasen más que algunos heridos, se levantaría cada uno de ellos de su carpa e incendiaría la ciudad.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Porque aun cuando hirierais a todo el ejército de los caldeos que luchan contra vosotros, y de ellos quedaran solamente hombres heridos, cada uno se levantaría de su tienda y quemarían a fuego esta ciudad.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Pues aunque derrotarais a todo el ejército de los caldeos que luchan contra vosotros y sólo quedaran entre ellos hombres malheridos, se levantarían cada uno de su tienda y prenderían fuego a esta ciudad.

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Jeremías 37:10
15 Tagairtí Cros  

No queda más que doblegarse entre los prisioneros o sucumbir con los muertos. Y con todo no ha amainado su cólera, su brazo aún está extendido.


Todo el que sea sorprendido sucumbirá, todo apresado caerá al filo de la espada.


Pero tú has sido arrojado lejos de tu sepulcro, como un ramo despreciable, cubierto de asesinados, de atravesados por la espada, tirados contra las piedras de la fosa, como carroña que se pisa.


Mil huirán ante la amenaza de uno solo; ante la amenaza de cinco, vosotros huiréis, hasta que sólo quedéis como mástil en la cima de un monte, como señal sobre una colina.


Porque yo he vuelto mi rostro a esta ciudad, pero para mal, no para su bien -dice el Señor-. Será entregada al rey de Babilonia, que la prenderá fuego.


Los caldeos que están atacando esta ciudad vendrán y la prenderán fuego, incendiarán sus casas, sobre cuyas terrazas se han ofrecido sacrificios a Baal y se han hecho ofrendas a dioses extraños para irritarme.


Cuando el ejército de los caldeos se retiró de Jerusalén debido a la inminencia del ejército del Faraón,


y los caldeos volverán a atacar esta ciudad, la tomarán y la prenderán fuego.


Escuchad la decisión que el Señor ha tomado contra Edón y sus proyectos contra los habitantes de Temán: Sí, serán arrastrados cual débiles ovejas, y las praderas temblarán de espanto.


Escuchad, pues, la decisión que ha tomado el Señor contra Babilonia y sus proyectos contra el país de los caldeos: Sí, serán arrastrados cual débiles ovejas, y ante ellos sus praderas temblarán de espanto.


¡Caigan muertos en el país de los caldeos, atravesados en las calles de Babilonia!


El Señor despreció a todos mis valientes de en medio de mi seno; convocó contra mí una asamblea, para extirpar a mis mejores; ha estrujado el Señor en lagar a la virgen hija de Judá.


El Señor da la voz al frente de sus tropas. Sí, innumerable es su ejército, poderoso el ejecutor de su palabra; sí, grande es el día del Señor, muy terrible; ¿quién podrá soportarlo?


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