Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Isaías 9:17 - Biblia Martin Nieto

17 Que la maldad arde como fuego; devora los cardos, los abrojos y prende los bardales del bosque, levantando remolinos de humo.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

17 Por tanto, el Señor no tomará contentamiento en sus jóvenes, ni de sus huérfanos y viudas tendrá misericordia; porque todos son falsos y malignos, y toda boca habla despropósitos. Ni con todo esto ha cesado su furor, sino que todavía su mano está extendida.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

17 Por eso el Señor no se complace en los jóvenes, ni tiene misericordia siquiera de las viudas y los huérfanos. Pues todos son unos hipócritas perversos, y todos ellos hablan necedades. Pero aun así no quedará satisfecho el enojo del Señor. Su puño sigue preparado para dar el golpe.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

17 Pues su maldad arde como fuego, devora zarzas y espinas, y después quema la espesura del bosque, y todos ellos se disipan como se disipa el humo.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

17 Por tanto, Adonay no se compadecerá de sus jóvenes, Ni tendrá compasión de sus huérfanos y de sus viudas; Porque todos son impíos y malvados, Y toda boca habla infamias.° Y con todo, no se aplaca su ira: Su mano sigue extendida.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 Pues arde como fuego la maldad, que devora zarzas y abrojos; prende en los matorrales del bosque, que crepitan en remolinos de humo.

Féach an chaibidil Cóip




Isaías 9:17
33 Tagairtí Cros  

Porque la estirpe del malvado será estéril, y el fuego devorará la tienda del soborno.


que nadie le tenga compasión, que nadie se apiade de sus huérfanos;


No tiene en cuenta el brío del caballo ni se complace en los músculos del hombre;


¡Ay, nación pecadora, pueblo cargado de crímenes, ralea de malvados, hijos perversos! Han abandonado al Señor, han despreciado al Santo de Israel, le han vuelto la espalda.


que niegan la justicia a los débiles y quitan su derecho a los pobres de mi pueblo; que hacen de las viudas su presa y de los huérfanos su botín!


No queda más que doblegarse entre los prisioneros o sucumbir con los muertos. Y con todo no ha amainado su cólera, su brazo aún está extendido.


Yo la enviaba contra una nación malvada; la mandaba contra un pueblo que me ha irritado, para robarlo, saquearlo y pisotearlo como el lodo de las calles.


Sus arcos abatirán a los jóvenes y no se apiadarán del fruto de las entrañas; su ojo no tendrá compasión de los niños.


No estarás tú junto a ellos en la tumba, porque tu tierra has desolado y has matado a tu pueblo. Nunca jamás será nombrada la raza de los criminales.


La tierra ha sido profanada bajo los pies de sus habitantes, porque han transgredido la ley y olvidado el precepto; han roto la alianza eterna.


Cuando los ramos están secos, se les rompe; vienen las mujeres y los queman. Por ser un pueblo sin inteligencia no se compadece de él su creador, no le da su favor el que le ha formado.


Así Jerusalén caerá en ruinas y Judá se hundirá, pues sus palabras y sus hechos se oponen al Señor y desafían su majestad.


También él es diestro en atraer desdichas, y no ha cambiado su palabra. Se levantará contra la casa de los malvados y contra el auxilio de los malhechores.


El egipcio es un hombre, y no un dios; y sus caballos son carne, no espíritu. El Señor extenderá su mano, y se tambaleará el protector; caerá el protegido y todos a la vez perecerán.


Heno habéis concebido, paja daréis a luz; mi soplo es un fuego que os devora.


Los pueblos quedarán hechos cenizas como espinos cortados, abrasados por el fuego.


Podrán los jóvenes cansarse y fatigarse, podrán tambalearse los muchachos;


Como la lengua de la llama devora el rastrojo y como el heno es consumido por el fuego, así su raíz se pudrirá y su flor será aventada como polvo, por rechazar la ley del Señor todopoderoso y despreciar la palabra del Santo de Israel.


Por eso la ira del Señor se ha encendido contra su pueblo, extendió su mano contra él y lo hirió; temblaron los montes; sus cadáveres fueron como carroña en medio de las calles. Con todo, su cólera no ha amainado; su mano aún está extendida.


Como un joven se casa con su novia, así tu constructor se casará contigo; y como el esposo se recrea en la esposa, así tu Dios se recreará en ti.


Sí; me alegraré en Jerusalén, me regocijaré en mi pueblo, y ya nunca se oirá en ella voz de llanto ni grito de lamento.


Pero el pueblo no ha vuelto hacia aquel que le hiere; no ha buscado al Señor omnipotente.


¡Entrega, pues, a sus hijos al hambre, abandónalos a merced de la espada! ¡Quédense sus mujeres sin hijos y sin marido! ¡Mueran de peste sus hombres, y sus jóvenes atravesados por la espada en la guerra!


Recorred las calles de Jerusalén, mirad, informaos bien, buscad por sus plazas, a ver si encontráis un hombre, uno solo que practique la justicia, que busque la verdad, y yo perdonaré a esta ciudad.


Os juro, dice el Señor Dios, que seré yo quien reine sobre vosotros con mano fuerte y brazo extendido, desencadenando mi furor.


Envié contra vosotros una peste como la de Egipto, maté a espada a vuestra juventud e hice subir el mal olor de vuestros campamentos hasta vuestras narices; ¡y no habéis vuelto a mí!, dice el Señor.


En aquel día desfallecerán de sed las bellas muchachas y los jóvenes apuestos.


La lealtad ha desaparecido del país, no queda un hombre justo. Todos acechan para verter sangre; el hermano a su hermano para ponerle trampas.


¡Qué felicidad! ¡Qué belleza! El trigo dará vigor a los jóvenes, y el mosto a las jóvenes.


¡Raza de víboras! ¿Cómo podéis vosotros hablar de cosas buenas, siendo malvados? Porque de lo que rebosa el corazón habla la boca.


Y por la mañana: Mal tiempo, porque el cielo se enrojece con sombras. Sabéis interpretar el aspecto del cielo, ¿y no sois capaces de interpretar las señales de los tiempos?'


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí