comerán el fruto de sus errores y se hartarán de sus propios consejos.
Jeremías 14:16 - Biblia Martin Nieto y el pueblo a quienes ellos profetizan será arrojado por las calles de Jerusalén, víctima del hambre y de la espada, y no habrá quien los sepulte, ni a ellos ni a sus mujeres, ni a sus hijos, ni a sus hijas. Yo haré recaer sobre ellos su iniquidad'. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y el pueblo a quien profetizan será echado en las calles de Jerusalén por hambre y por espada, y no habrá quien los entierre a ellos, a sus mujeres, a sus hijos y a sus hijas; y sobre ellos derramaré su maldad. Biblia Nueva Traducción Viviente En cuanto a aquellos a quienes profetizan, sus cadáveres serán arrojados en las calles de Jerusalén, víctimas del hambre y de la guerra. No quedará nadie para enterrarlos. Se habrán ido todos: esposos, esposas, hijos e hijas. Pues derramaré sobre ellos su propia maldad. Biblia Católica (Latinoamericana) En cuanto a la gente a quien profetizaban, quedará tirada por las calles de Jerusalén, víctima del hambre y de la espada; pues no habrá nadie para enterrarla, ni a sus mujeres, ni a sus hijos e hijas. Haré recaer sobre ella misma su maldad. La Biblia Textual 3a Edicion y el pueblo a quien ellos profetizan yacerá por las calles de Jerusalem a causa del hambre y la espada, y no habrá quien los sepulte, ni a ellos ni a sus mujeres ni a sus hijos ni a sus hijas, pues sobre ellos derramaré sus maldades. Biblia Serafín de Ausejo 1975 y la gente a la que han profetizado yacerá tirada por las calles de Jerusalén a consecuencia del hambre y de la espada, y no habrá quien los entierre, ni a ellos ni a sus mujeres, ni a sus hijos ni a sus hijas. Así volcaré sobre ellos su iniquidad'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el pueblo a quien profetizan, echado será en las calles de Jerusalén por el hambre y por la espada; y no habrá quien los entierre, ni a ellos, ni a sus esposas, ni a sus hijos, ni a sus hijas; y sobre ellos derramaré su maldad. |
comerán el fruto de sus errores y se hartarán de sus propios consejos.
Tus hijos yacen extenuados por todas las esquinas de las calles, como una gacela en la red, llenos de la furia del Señor, de las amenazas de tu Dios.
Por eso el Señor no tendrá compasión de sus jóvenes, no se apiadará de sus viudas ni de sus huérfanos; porque todos son malvados y perversos y toda boca habla locuras. Y con todo no ha amainado su cólera; su brazo aún está extendido.
Morirán de mala muerte; no serán llorados ni sepultados, sino que quedarán como estiércol en el campo; perecerán por la espada y el hambre, y sus cadáveres serán pasto de las aves del cielo y de las bestias salvajes'.
¡Entrega, pues, a sus hijos al hambre, abandónalos a merced de la espada! ¡Quédense sus mujeres sin hijos y sin marido! ¡Mueran de peste sus hombres, y sus jóvenes atravesados por la espada en la guerra!
Y tú, Pasjur, y todos los que viven en tu casa, marcharéis al destierro; irás a Babilonia y allí morirás y serás enterrado tú y todos tus amigos, a quienes profetizas la mentira'.
Pues yo no los he enviado -dice el Señor-; usurpan mi nombre para profetizar mentiras, y el resultado será que yo os dispersaré y pereceréis vosotros y los profetas que os profetizan'.
Tu conducta, tus acciones te han merecido esto. He ahí tu maldad: amargura es que el corazón te punza.
Los profetas profetizan mentiras, los sacerdotes enseñan con su mal ejemplo. ¡Y mi pueblo en ello se complace! Mas ¿qué haréis cuando llegue el fin?
Los cadáveres de este pueblo serán pasto de las aves del cielo y de las bestias de la tierra, que nadie ahuyentará.
En aquel tiempo -dice el Señor- sacarán de sus sepulcros los huesos de los reyes de Judá, los de los príncipes, los de los sacerdotes, los de los profetas y los de los habitantes de Jerusalén.
Serán esparcidos al sol, a la luna y a todos los astros del cielo, a quienes amaron, sirvieron y siguieron, y a los que consultaron y adoraron. No serán recogidos ni enterrados, sino que quedarán sobre la tierra como estiércol.
Ha escalado la muerte por nuestras ventanas, ha penetrado en nuestros palacios, segando a los niños por las calles, a los jóvenes por las plazas.
Esto dice el Señor: No presuma el sabio de su sabiduría, no presuma el fuerte de su fuerza, no presuma el rico de su riqueza;
Se escogerán hombres que recorran el país enterrando a los que hayan quedado por el suelo para purificarlo; durante siete meses continuarán su búsqueda.
Pues bien, esto dice el Señor: Tu mujer se prostituirá en la ciudad, tus hijos e hijas caerán a espada, tu tierra será repartida a cordel, tú morirás en tierra impura e Israel será llevado cautivo lejos de su tierra'.
Dejadlos. Son ciegos, guías de ciegos; y si un ciego guía a otro ciego, ambos caerán en el hoyo'.
Oí una voz que salía del templo y decía a los siete ángeles: 'Id y verted sobre la tierra las siete copas de la ira de Dios'.