Había en Cesarea un hombre llamado Cornelio, centurión de la cohorte Itálica.
Hechos 21:8 - Biblia Martin Nieto Al día siguiente partimos y llegamos a Cesarea. Fuimos a ver a Felipe, el evangelista, uno de los siete, y nos quedamos con él. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Al otro día, saliendo Pablo y los que con él estábamos, fuimos a Cesarea; y entrando en casa de Felipe el evangelista, que era uno de los siete, posamos con él. Biblia Nueva Traducción Viviente Al día siguiente, continuamos hasta Cesarea y nos quedamos en la casa de Felipe el evangelista, uno de los siete hombres que habían sido elegidos para distribuir los alimentos. Biblia Católica (Latinoamericana) Al día siguiente nos dirigimos a Cesarea. Entramos en casa de Felipe, el evangelista, que era uno de los siete, y nos hospedamos allí;' La Biblia Textual 3a Edicion Al día siguiente salimos y fuimos° a Cesarea, y entrando en la casa de Felipe,° el evangelista, el cual era uno de los siete, posamos con él. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Salimos al día siguiente y llegamos a Cesarea; entramos en casa de Felipe el evangelista, que era uno de los siete, y nos quedamos con él. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y al día siguiente, partiendo Pablo y los que con él estábamos, vinimos a Cesarea; y entrando en casa de Felipe el evangelista, que era uno de los siete, posamos con él. |
Había en Cesarea un hombre llamado Cornelio, centurión de la cohorte Itálica.
Inmediatamente después de la visión intentamos pasar a Macedonia, persuadidos de que Dios nos había llamado para evangelizarlos.
El sábado salimos fuera de la ciudad y fuimos por la orilla del río, donde pensábamos que estaba el lugar de oración. Nos sentamos y nos pusimos a hablar con las mujeres que se habían reunido.
Otra vez, cuando íbamos al lugar de la oración, nos salió al encuentro una muchacha que tenía un espíritu adivinador, la cual con sus adivinaciones procuraba a sus amos muchas ganancias.
Zarpó de Éfeso, desembarcó en Cesarea, fue a saludar a la Iglesia y bajó a Antioquía.
Nosotros zarpamos con tiempo suficiente rumbo a Aso, donde teníamos que recoger a Pablo, pues él había decidido hacer el viaje por tierra.
Nosotros nos embarcamos en Filipos después de la pascua, y a los cinco días los alcanzamos en Tróade, donde nos detuvimos siete días.
Fueron también con nosotros algunos discípulos de Cesarea, y nos llevaron a casa de un tal Nasón, chipriota, antiguo discípulo, donde debíamos hospedarnos.
Después llamó a dos oficiales y les dijo: 'A las nueve de la noche hay que salir para Cesarea. Preparad doscientos soldados de infantería, setenta de caballería y doscientos lanceros'.
Cuando se decidió que embarcásemos para Italia, entregaron a Pablo y algunos otros presos a un oficial de la legión Augusta, llamado Julio.
Al cabo de tres meses nos hicimos a la mar en un barco de Alejandría que había invernado en la isla. Era el 'Cástor y Pólux'.
Cuando entramos en Roma, a Pablo le permitieron quedarse en una casa particular con un soldado que lo custodiase.
Agradó la proposición a toda la asamblea, y eligieron a Esteban, hombre lleno de fe y del Espíritu Santo, y a Felipe y Prócoro, a Nicanor y a Timón, a Parmenas y a Nicolás, prosélito antioqueno;
Los hermanos, al enterarse, lo llevaron escoltado a Cesarea y le hicieron partir para Tarso.
Él a unos constituyó apóstoles; a otros, profetas; a unos evangelistas, y a otros pastores y maestros,
Pero tú estate siempre alerta, soporta con paciencia los sufrimientos, predica el evangelio, cumple bien con tu trabajo.