le impuso las manos y le dio el cargo, tal como el Señor le había ordenado por medio de Moisés.
Hechos 13:3 - Biblia Martin Nieto Entonces, después de haber ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron. Biblia Nueva Traducción Viviente Así que, después de pasar más tiempo en ayuno y oración, les impusieron las manos y los enviaron. Biblia Católica (Latinoamericana) Ayunaron e hicieron oraciones, les impusieron las manos y los enviaron. La Biblia Textual 3a Edicion Y habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los dejaron marchar. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entonces ayunaron y oraron, les impusieron las manos y los enviaron. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos, y los enviaron. |
le impuso las manos y le dio el cargo, tal como el Señor le había ordenado por medio de Moisés.
Tenía ochenta y cuatro años. Estaba siempre en el templo, sirviendo a Dios noche y día con ayunos y oraciones.
Y oraron así: 'Tú, Señor, que conoces el corazón de todos los hombres, muéstranos a cuál de estos dos has elegido
Mientras celebraban el culto del Señor y ayunaban, el Espíritu Santo dijo: 'Separadme a Bernabé y a Saulo para la obra a la que los he llamado'.
Con esta misión del Espíritu Santo fueron a Seleucia, desde donde se embarcaron hacia Chipre.
Instituyeron presbíteros en cada Iglesia, y, después de orar y ayunar, los encomendaron al Señor, en el que habían creído.
Allí se embarcaron para Antioquía, de donde habían partido y donde los habían encomendado a la gracia de Dios para la obra que acababan de cumplir.
Pablo escogió a Silas y partió, después de encomendarlo los hermanos a la gracia del Señor.
los presentaron a los apóstoles, los cuales, después de orar, les impusieron las manos.
Ananías partió inmediatamente y entró en la casa, le impuso las manos y le dijo: 'Saulo, hermano mío, vengo de parte de Jesús, el Señor, el que se te apareció en el camino por el que venías, para que recobres la vista y quedes lleno del Espíritu Santo'.
Y ¿cómo predicarán si no son enviados? Como dice la Escritura: ¡Bienvenidos los que traen buenas noticias!
No descuides el carisma que has recibido y que se te confirió en virtud del Espíritu, cuando te impusieron las manos los presbíteros de la Iglesia.
No impongas a nadie las manos sin haberlo pensado muy bien; no te hagas cómplice de los pecados ajenos. Consérvate honesto.
Por eso te recomiendo que reavives la gracia de Dios, que te fue conferida por la imposición de mis manos.
y las cosas que me oíste a mí ante muchos testigos, confíalas a hombres leales, capaces de enseñárselas a otros.
ellos han dado público testimonio de tu amor ante la Iglesia. Harás muy bien en darles todo lo que necesiten para el viaje, como Dios se merece.
Es nuestro deber acoger a estos hombres, para ser así cooperadores de la verdad.