José dio al primero el nombre de Manasés, 'porque Dios, dijo, me ha hecho olvidar toda mi pena y toda la familia de mi padre'.
Génesis 48:14 - Biblia Martin Nieto Israel extendió su mano derecha y la puso sobre la cabeza de Efraín, que era el menor, y su izquierda sobre la cabeza de Manasés, cruzando de intento las manos, a pesar de que Manasés era el mayor. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces Israel extendió su mano derecha, y la puso sobre la cabeza de Efraín, que era el menor, y su mano izquierda sobre la cabeza de Manasés, colocando así sus manos adrede, aunque Manasés era el primogénito. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero Jacob cruzó sus brazos cuando los extendió para poner sus manos sobre la cabeza de los muchachos: es decir, puso su mano derecha sobre la cabeza de Efraín —aunque él era el menor— y su mano izquierda sobre la cabeza de Manasés, que era el hijo mayor. Biblia Católica (Latinoamericana) Israel extendió su mano derecha y la puso sobre la cabeza de Efraím, que era el menor, y así, cruzando las manos, puso su izquierda sobre la cabeza de Manasés a pesar de que era el primogénito. La Biblia Textual 3a Edicion Israel extendió su diestra y la puso sobre la cabeza de Efraín, el menor, y su izquierda sobre la cabeza de Manasés, cruzando adrede los brazos, aunque Manasés era el primogénito.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero Israel extendió su mano derecha y la colocó sobre la cabeza de Efraín, que era el menor, y su izquierda sobre la cabeza de Manasés, cruzando así las manos, aunque Manasés era el primogénito. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces Israel extendió su diestra, y la puso sobre la cabeza de Efraín, que era el menor, y su izquierda sobre la cabeza de Manasés, colocando así sus manos adrede, aunque Manasés era el primogénito. |
José dio al primero el nombre de Manasés, 'porque Dios, dijo, me ha hecho olvidar toda mi pena y toda la familia de mi padre'.
Al segundo le llamó Efraín, diciendo: 'Dios me ha hecho fecundo en el país de mi aflicción'.
A José le nacieron en Egipto, de Asenat, hija de Putifar, sacerdote de On, Manasés y Efraín.
José tomó a ambos, a Efraín con su derecha a la izquierda de Israel y a Manasés con su izquierda a la derecha de Israel, y así se acercó hasta él.
José, viendo que su padre tenía su mano derecha sobre la cabeza de Efraín, se disgustó y tomó la mano de su padre para mudarla de la cabeza de Efraín a la de Manasés.
Y le dijo: 'Así no, padre, porque el mayor es éste; pon tu mano derecha sobre su cabeza'.
Tu diestra, Señor, gloriosa en la potencia; tu diestra, Señor, abate al enemigo.
Al oeste acamparán los que están agrupados bajo la bandera de Efraín. El jefe de los hijos de Efraín será Elisamá, hijo de Amihud;
Cuando los levitas se hayan acercado ante el Señor, los israelitas pondrán las manos sobre ellos.
pero he elegido a los levitas en sustitución de todos los primogénitos israelitas
Yo te digo que tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella.
Entonces le presentaron unos niños para que les impusiera las manos y rezase por ellos. Los discípulos los regañaban,
'Cuando recéis, no seáis como los hipócritas, que prefieren rezar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas para que los vea todo el mundo. Os aseguro que ya recibieron su recompensa.
Le impuso las manos y, al instante, se enderezó y empezó a alabar a Dios.
A la puesta del sol, todos los que tenían enfermos de cualquier dolencia se los llevaron; Jesús imponía las manos sobre cada uno de ellos y los curaba.
Entonces, después de haber ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron.
los presentaron a los apóstoles, los cuales, después de orar, les impusieron las manos.
Josué, hijo de Nun, estaba lleno del espíritu de sabiduría, porque Moisés le había impuesto las manos. A él obedecieron los israelitas, como lo había ordenado Moisés.
No descuides el carisma que has recibido y que se te confirió en virtud del Espíritu, cuando te impusieron las manos los presbíteros de la Iglesia.
No impongas a nadie las manos sin haberlo pensado muy bien; no te hagas cómplice de los pecados ajenos. Consérvate honesto.