Desde entonces Esaú aborreció a Jacob por la bendición con que su padre le había bendecido, y se dijo: 'Están próximos los días en que se hará el duelo por mi padre; entonces mataré a mi hermano Jacob'.
Génesis 37:8 - Biblia Martin Nieto Sus hermanos respondieron: '¿Es que vas a ser tú rey y señor nuestro?'. Y le odiaban todavía más por sus sueños y por sus palabras. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Le respondieron sus hermanos: ¿Reinarás tú sobre nosotros, o señorearás sobre nosotros? Y le aborrecieron aún más a causa de sus sueños y sus palabras. Biblia Nueva Traducción Viviente Sus hermanos respondieron: —Así que crees que serás nuestro rey, ¿no es verdad? ¿De veras piensas que reinarás sobre nosotros? Así que lo odiaron aún más debido a sus sueños y a la forma en que los contaba. Biblia Católica (Latinoamericana) Sus hermanos le dijeron: '¿Eso quiere decir acaso que tú vas a reinar sobre nosotros, o que vas a mandarnos?' Y lo aborrrecieron más aún, a causa de sus sueños y de sus interpretaciones. La Biblia Textual 3a Edicion Y le dijeron sus hermanos: ¿Acaso pretendes reinar sobre nosotros, o te enseñorearás tú de nosotros? Y lo odiaron aun más a causa de sus sueños y de sus palabras. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Dijéronle sus hermanos: '¿Es que vas a reinar sobre nosotros o quieres dominarnos?'. Y sus hermanos lo odiaron todavía más por causa de sus sueños y de sus palabras. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y le respondieron sus hermanos: ¿Has de reinar tú sobre nosotros, o te has de enseñorear sobre nosotros? Y le aborrecieron aún más a causa de sus sueños y de sus palabras. |
Desde entonces Esaú aborreció a Jacob por la bendición con que su padre le había bendecido, y se dijo: 'Están próximos los días en que se hará el duelo por mi padre; entonces mataré a mi hermano Jacob'.
Sus hermanos vieron que su padre lo amaba más que a todos ellos, y le cobraron tal odio que no podían hablarle con cariño.
José tuvo otro sueño, que contó también a sus hermanos: 'He tenido otro sueño: me parecía que el sol, la luna y once estrellas se postraban ante mí'.
Ellos respondieron: '¡No, señor! Tus siervos han venido a comprar víveres.
Judá se acercó a él y le dijo: 'Perdón, señor. Permite a tu siervo dirigir una palabra a mi señor, sin que por eso se irrite contra él, porque tú eres en verdad como el Faraón.
bendiciones de espigas y frutos, bendiciones de los montes antiguos, delicias de los collados eternos; caigan sobre la cabeza de José, sobre el elegido entre sus hermanos.
Luego llegaron sus mismos hermanos, se postraron ante él y le dijeron: 'Aquí nos tienes como esclavos tuyos'.
La piedra que desecharon los constructores se ha convertido en piedra angular;
Él respondió: '¿Quién te ha constituido jefe y juez sobre nosotros? ¿Piensas matarme como mataste al egipcio?'. Moisés temió y dijo: 'La cosa se sabe'.
Pero sus conciudadanos lo odiaban y enviaron tras él una embajada diciendo: No lo queremos por rey.
Jesús los miró y les dijo: '¿Pues qué significa aquello que está escrito: La piedra que los constructores desecharon, ésa ha venido a ser piedra angular?
A este Moisés a quien habían rechazado diciendo: ¿Quién te ha puesto por jefe y juez?, a ése Dios lo envió como jefe y libertador por mediación del ángel que se le apareció en la zarza.
con lo mejor de la tierra / y su abundancia, / gracioso don del que se apareció en la zarza; / descienda todo esto / sobre la cabeza de José, / el escogido entre sus hermanos.
¿de cuánto mayor castigo pensáis vosotros que será digno quien haya pisoteado al Hijo de Dios y haya tratado como cosa profana la sangre de la alianza por la cual fue santificado, y haya ultrajado el Espíritu de la gracia?
Pero unos malvados dijeron: '¿Y éste es el que nos va a salvar?'. Lo despreciaron y no le rindieron honores. Mas Saúl ni se dio por enterado.
Eliab, su hermano mayor, oyó a David hablar con la gente, montó en cólera y le dijo: '¿Por qué has venido aquí? ¿A quién has dejado aquel pequeño rebaño en el desierto? Conozco bien tu orgullo y la malicia de tu corazón. Has venido sólo para ver la batalla'.
Saúl se irritó mucho y, muy enojado, dijo: 'A David le dan diez mil y a mí me dan mil; ya no le falta más que el reino'.