No había acabado de hablar, cuando Rebeca, hija de Betuel, hijo de Milcá y mujer de Najor, hermano de Abrahán, salía con su cántaro al hombro.
Génesis 24:50 - Biblia Martin Nieto Labán y Betuel tomaron la palabra y dijeron: 'La cosa procede del Señor; nosotros no podemos decir ni que sí ni que no. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces Labán y Betuel respondieron y dijeron: De Jehová ha salido esto; no podemos hablarte malo ni bueno. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces Betuel y Labán respondieron: —Es evidente que el Señor te trajo hasta aquí, así que no hay nada que podamos decir. Biblia Católica (Latinoamericana) Labán y Batuel respondieron: 'En todo esto está la mano de Yavé, y no tenemos nada que añadir. La Biblia Textual 3a Edicion Y respondiendo Labán y Betuel, dijeron: De parte de YHVH ha salido el asunto. No podemos decirte ni mal ni bien. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Respondieron Labán y Betuel: 'De Yahveh ha salido esto. Nosotros no podemos decirte ni bien ni mal. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces Labán y Betuel respondieron y dijeron: De Jehová ha salido esto; no podemos hablarte malo ni bueno. |
No había acabado de hablar, cuando Rebeca, hija de Betuel, hijo de Milcá y mujer de Najor, hermano de Abrahán, salía con su cántaro al hombro.
Ahí está Rebeca delante de ti, tómala y vete; que sea la mujer del hijo de tu amo, como ha dicho el Señor'.
Sacó joyas de plata y oro y vestidos, y se lo dio a Rebeca. Hizo también ricos presentes a su hermano y a su madre.
Pero el hermano y la madre de Rebeca le dijeron: 'Que se quede la joven todavía algunos días con nosotros, y después irá'.
Y bendijeron a Rebeca diciendo: 'Tú eres nuestra hermana; ¡crece en millares de millares! ¡Que tu descendencia ocupe la puerta de sus enemigos!'.
Dios se apareció en sueños de noche a Labán, el arameo, y le dijo: 'Guárdate de hablar a Jacob, ni bien ni mal'.
Podría ahora hacerte mal; pero el Dios de tu padre me ha dicho la noche pasada: Guárdate de hablar a Jacob, ni bien ni mal.
Absalón no dirigió la palabra a Amnón, ni para bien ni para mal, pues lo odiaba por haber violado a su hermana Tamar.
El rey no dio oídos al pueblo, porque así lo había dispuesto el Señor para que se cumpliera la palabra que el Señor había anunciado por medio de Ajías, el de Silo, a Jeroboán, hijo de Nabat.
Esto dice el Señor: No vayáis a luchar con vuestros hermanos, los israelitas. Volveos a vuestras casas, pues esto ha sucedido porque yo lo he querido'. Ellos obedecieron la voz del Señor, y se volvieron, como lo ordenaba el Señor.
Jesús les dijo: '¿No habéis leído nunca en las Escrituras: La piedra que los constructores desecharon, en piedra angular se ha convertido; esto ha sido obra del Señor, una maravilla a nuestros ojos?'
Pues si Dios les ha dado a ellos el mismo don que a nosotros por haber creído en el Señor Jesucristo, ¿cómo podía yo oponerme a Dios?'.