Pero no hicieron caso, tuvieron una cabeza dura, como sus padres, que no confiaron en el Señor, su Dios;
Éxodo 33:3 - Biblia Martin Nieto sube a la tierra que mana leche y miel; pero yo no subiré en medio de ti, porque eres un pueblo de cabeza dura, y yo te aniquilaría por el camino'. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 (a la tierra que fluye leche y miel); pero yo no subiré en medio de ti, porque eres pueblo de dura cerviz, no sea que te consuma en el camino. Biblia Nueva Traducción Viviente Suban a la tierra donde fluyen la leche y la miel. Sin embargo, yo no los acompañaré, porque son un pueblo terco y rebelde. Si lo hiciera, seguramente los destruiría en el camino». Biblia Católica (Latinoamericana) Pero no subiré con ustedes a esa tierra que mana leche y miel, no sea que los destruya en el camino, por ser un pueblo rebelde. La Biblia Textual 3a Edicion a una tierra que fluye leche y miel, porque no subiré en medio de ti, no sea que te consuma en el camino, pues eres un pueblo de dura cerviz.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 y te introduciré en la tierra que mana leche y miel. Pero no subiré contigo, no sea que acabe contigo en el camino, pues eres un pueblo de dura cerviz'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) (A la tierra que fluye leche y miel); porque yo no subiré en medio de ti, porque eres pueblo de dura cerviz, no sea que te consuma en el camino. |
Pero no hicieron caso, tuvieron una cabeza dura, como sus padres, que no confiaron en el Señor, su Dios;
no lleguen a ser como sus padres, una generación indócil y rebelde, generación cuyo corazón no fue constante, y cuyo espíritu fue desleal para con Dios.
Cuando el Señor te haya introducido en la tierra del cananeo, del hitita, del amorreo, del heveo y del jebuseo, la que juró dar a tus padres, tierra que mana leche y miel, observarás este rito en este mismo mes.
Respeta su presencia y escucha su voz; no te rebeles contra él, porque no perdonará vuestra infidelidad, pues mi nombre está en él.
He determinado sacaros de la opresión de Egipto a la tierra del cananeo, del hitita, del amorreo, del fereceo, del heveo y del jebuseo; tierra que mana leche y miel.
Voy a bajar a liberarlo de la mano de los egipcios, sacarlo de aquella tierra y llevarlo a una tierra buena y espaciosa, a una tierra que mana leche y miel, a la tierra del cananeo, del hitita, del amorreo, del fereceo, del heveo y del jebuseo.
Y el Señor se retractó del mal que había dicho que iba a hacer a su pueblo.
El Señor dijo a Moisés: 'Di a los israelitas: Vosotros sois un pueblo de cabeza dura; si por un solo momento subiese en medio de vosotros, os aniquilaría. Quítate, pues, tus galas, que yo sabré cómo he de tratarte'.
'Si de verdad he hallado gracia a tus ojos, Señor, que el Señor marche en medio de nosotros; porque éste es un pueblo de cabeza dura; pero tú perdona nuestra iniquidad y nuestro pecado y tómanos por tu heredad'.
Porque sabía que tú eres obstinado, que es una barra de hierro tu cerviz y de bronce tu frente,
y cumpliré el juramento que hice a vuestros padres de darles una tierra que mana leche y miel, como sucede al presente'. Yo respondí: 'Sí, Señor'.
Aquel día alcé mi mano ante ellos jurando sacarlos de Egipto y llevarlos a una tierra que había escogido para ellos, una tierra que mana leche y miel, un paraíso entre todas las tierras.
De nuevo os digo: Tomaréis posesión de su tierra, yo mismo os la doy en propiedad; es una tierra que mana leche y miel: yo, el Señor, Dios vuestro, que os he separado de las gentes.
Al ver Dios lo que hacían y cómo se habían convertido de su mala conducta, tuvo compasión de ellos y no llevó a cabo el mal con el que los había amenazado.
Jonás entró en la ciudad, caminando durante una jornada y predicando así: 'Dentro de cuarenta días Nínive será destruida'.
Ésta fue la información: 'Fuimos a la tierra a la que nos enviasteis. En verdad mana leche y miel; ved sus frutos.
Lo heriré de peste y lo destruiré; a ti te haré cabeza de una nación más grande y poderosa que ellos'.
Si el Señor nos favorece, nos hará entrar en ella y nos la dará. Es una tierra que mana leche y miel.
¿No es bastante que nos hayas sacado de una tierra que mana leche y miel y nos hayas traído a este desierto de muerte, para que quieras todavía seguir tiranizándonos?
'Separaos de esta comunidad, pues quiero aniquilarla en un instante'.
Hombres de cabeza dura e incircuncisos de corazón y de oídos, vosotros resistís siempre al Espíritu Santo; como fueron vuestros padres, así sois también vosotros.
como los israelitas anduvieron por el desierto cuarenta años, ya habían muerto los que salieron de Egipto en edad militar. Porque no obedecieron al Señor, el Señor les había jurado que no les dejaría ver la tierra que él había prometido a sus padres, tierra que mana leche y miel.
Por eso, palabra del Señor, Dios de Israel: Yo había prometido que tu casa y la casa de tu padre estarían por siempre ante mí para servirme; pero ahora, palabra del Señor, lejos de mí tal cosa; porque yo honro a los que me honran, y los que me desprecian serán tratados como nada.