No desearás la casa de tu prójimo, ni su mujer, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna que a él le pertenezca'.
Efesios 5:5 - Biblia Martin Nieto Porque tened bien entendido que ningún lujurioso, impuro o avaro -que es lo mismo que un idólatra- ha de heredar el reino de Cristo y de Dios. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios. Biblia Nueva Traducción Viviente Pueden estar seguros de que ninguna persona inmoral, impura o avara heredará el reino de Cristo y de Dios. Pues el avaro es un idólatra, que adora las cosas de este mundo. Biblia Católica (Latinoamericana) Sépanlo bien: ni el corrompido, ni el impuro, ni el que se apega al dinero, que es servir a un dios falso, tendrán parte en el reino de Cristo y de Dios. La Biblia Textual 3a Edicion Porque esto lo sabéis con certeza, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, esto° es, idólatra, tiene herencia en el reino del Mesías y de Dios. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pues tened esto bien entendido: ningún lujurioso, ni impúdico, ni codicioso -lo que equivale a ser idólatra- tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios. |
No desearás la casa de tu prójimo, ni su mujer, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna que a él le pertenezca'.
Y ahora os encomiendo a Dios y a su mensaje de amor, que tiene poder para construir el edificio y dar la herencia a todos los consagrados.
No tienes parte ni herencia en esto, porque tu corazón no es recto delante de Dios.
Ahora bien, las obras de la carne son bien claras: lujuria, impureza, desenfreno,
envidias, homicidios, borracheras, comilonas y cosas semejantes a éstas. Os advierto, como ya antes os advertí, que los que se entregan a estas cosas no heredarán el reino de Dios.
En lo que se refiere a la lujuria y a toda clase de impureza o avaricia, que ni siquiera se nombre entre vosotros, como debe ser entre creyentes;
que nos rescató del poder de las tinieblas y nos transportó al reino de su Hijo querido,
Por tanto, destruid todo lo que hay de terrenal en vuestro cuerpo: la lujuria, la impureza, las pasiones, los apetitos desordenados y la avaricia que es una idolatría;
Porque el amor al dinero es la raíz de todos los males. Algunos, arrastrados por ese amor al dinero, se han apartado de la fe y están atormentados por muchos remordimientos.
A los ricos de este mundo recomiéndales que no sean orgullosos y que no pongan su esperanza en las riquezas caducas, sino en Dios, que nos provee abundantemente de todas las cosas para que disfrutemos de ellas;
Que el matrimonio sea tenido en gran honor y el lecho conyugal esté sin mancha, porque Dios juzgará a los lujuriosos y a los adúlteros.
Vi entre el botín un manto precioso, de Senaar, doscientas monedas de plata y una barra de oro de dos kilos y medio de peso y, dominado por la codicia, los tomé. Están escondidos en la tierra, en medio de mi tienda, y el dinero está debajo'.
Pero los cobardes, los incrédulos, los depravados, los homicidas, los lujuriosos, los hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su herencia en el estanque ardiente de fuego y de azufre: ésta es la segunda muerte'.
Fuera los perros, los hechiceros, los impuros, los homicidas, los idólatras y todos los que aman y practican la mentira.