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1 Timoteo 6:10 - Biblia Martin Nieto

10 Porque el amor al dinero es la raíz de todos los males. Algunos, arrastrados por ese amor al dinero, se han apartado de la fe y están atormentados por muchos remordimientos.

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Biblia Reina Valera 1960

10 porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Pues el amor al dinero es la raíz de toda clase de mal; y algunas personas, en su intenso deseo por el dinero, se han desviado de la fe verdadera y se han causado muchas heridas dolorosas.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Debes saber que la raíz de todos los males es el amor al dinero. Algunos, arrastrados por él, se extraviaron lejos de la fe y se han torturado a sí mismos con un sinnúmero de tormentos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos se descarriaron de la fe, y se traspasaron a sí mismos con muchos dolores.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Porque la raíz de todos los males es la afición al dinero y, por el afán de conseguirlo, algunos se han desviado de la fe y se han visto sumergidos en muchas preocupaciones angustiosas.

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1 Timoteo 6:10
49 Tagairtí Cros  

Labán le dijo: '¡En verdad, tú eres hueso mío y carne mía!'. Y Jacob se quedó con él. Pasado un mes,


Y Labán respondió: 'En nuestra tierra no es costumbre dar la menor antes que la mayor.


Los hijos de Jacob acometieron a todos los heridos y saquearon la ciudad por haber deshonrado a su hermana.


Se apartó del camino hacia ella y le dijo: 'Déjame hacer el amor contigo'. No sabía que era su nuera. Ella le respondió: '¿Qué me vas a dar por hacer el amor conmigo?'.


se levantó, aparejó su asno, se fue a Gat, adonde Aquís, a buscar a sus criados, y se los trajo de allí.


pero la lepra de Naamán se os pegará a ti y a tu descendencia para siempre'. Y salió de su presencia blanco como la nieve de lepra.


Muchas desgracias esperan al malvado, el Señor rodea de favores al que en él ha confiado.


Los hombres del pueblo son un soplo, la gente ilustre, una mentira; cuando se los pone en la balanza, todos juntos pesan menos que un soplo.


Tal es el destino del que practica la rapiña; su propia avaricia lo mata.


comerán el fruto de sus errores y se hartarán de sus propios consejos.


Quién sabe si él será sabio o necio? Y, sin embargo, dispondrá de todo mi trabajo, en el que yo empleé mi fatiga y mi sabiduría bajo el sol. También esto es vanidad.


Tus jefes son unos rebeldes, compinches de ladrones; todos hambrean recompensas y van detrás de los regalos; no hacen justicia al huérfano, ni atienden la causa de la viuda.


Son perros voraces, insaciables; pastores que no saben comprender; cada cual sigue su camino, y buscan todos su interés.


Me habéis profanado ante mi pueblo por un puñado de cebada y un pedazo de pan, dais muerte a quien debe vivir y dejáis vivir a quien debe morir, engañando a mi pueblo que cree en mentiras.


A toda prostituta se la da su paga; pero tú has dado tu dote a cuantos te hacían la corte y les has ofrecido regalos para que vinieran de todas partes y se prestasen a tus prostituciones.


En ti se acepta soborno para derramar sangre; aceptas usura e interés, despojas con violencia a tu prójimo y te has olvidado de mí, dice el Señor Dios.


Sus jueces juzgan por soborno, sus sacerdotes enseñan por salario, sus profetas profetizan por dinero y luego se apoyan en el Señor diciendo: '¿Es que no está el Señor en medio de nosotros? ¡Ninguna desgracia nos alcanzará!'.


¡Ojalá uno de vosotros cerrara las puertas del templo, para que no se encienda más inútilmente mi altar! No, no estoy contento con vosotros -dice el Señor todopoderoso- y no me agradan las ofrendas de vuestras manos.


Lo sembrado entre zarzas es el que oye la palabra, pero las preocupaciones de esta vida y la seducción de la riqueza ahogan la palabra y queda sin fruto.


'¡A y de vosotros, maestros de la ley y fariseos hipócritas, que cerráis el reino de Dios a los hombres! ¡No entráis vosotros ni dejáis entrar a los que quieren!


'No atesoréis en la tierra, donde la polilla y el orín corroen y donde los ladrones socaban y roban'.


pero en ellos brotan las preocupaciones del mundo, el engaño de las riquezas y demás ambiciones, y ahogan la palabra haciéndola infructuosa.


No violentes el derecho, no hagas acepción de personas, no aceptes regalos, porque los regalos ciegan los ojos de los sabios y corrompen las sentencias de los justos.


Ningún hombre ni ninguna mujer israelita practicarán la prostitución sagrada.


Por tanto, destruid todo lo que hay de terrenal en vuestro cuerpo: la lujuria, la impureza, las pasiones, los apetitos desordenados y la avaricia que es una idolatría;


no debe emborracharse, ni ser amigo de peleas; debe ser ecuánime, pacífico y desinteresado;


Algunos, por hacer caso de ella, han perdido la fe. La gracia esté con vosotros.


Pues los que quieren enriquecerse caen en la tentación y en la trampa de deseos insensatos y funestos que hunden a los hombres en la ruina y en la perdición.


Pues los hombres serán egoístas, amigos del dinero, altivos, orgullosos, blasfemos, rebeldes con los padres, ingratos, injustos,


pues Dimas, llevado por el amor a las cosas de este mundo, me ha abadonado y se ha marchado a Tesalónica; Crescente se ha ido a Galacia, y Tito a Dalmacia.


a los que es preciso tapar la boca. Revuelven familias enteras enseñando lo que no deben, llevados por el ansia de ganancias sucias.


Hermanos míos, si alguno de vosotros se desvía de la verdad y otro le hace volver al buen camino,


Vi entre el botín un manto precioso, de Senaar, doscientas monedas de plata y una barra de oro de dos kilos y medio de peso y, dominado por la codicia, los tomé. Están escondidos en la tierra, en medio de mi tienda, y el dinero está debajo'.


¡Ay de ellos!, porque siguieron el camino de Caín, se precipitaron en el pecado de Bala n por ansia de dinero y perecieron en la rebelión de Coré.


de canela, cinamomo y perfumes, mirra e incienso, vino y aceite, flor de harina y trigo; bestias de carga, ovejas, caballos y carros, esclavos y otros seres humanos.


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