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Efesios 4:24 - Biblia Martin Nieto

y revestíos del hombre nuevo, creado según Dios, en justicia y santidad verdadera.

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Biblia Reina Valera 1960

y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Pónganse la nueva naturaleza, creada para ser a la semejanza de Dios, quien es verdaderamente justo y santo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Revístanse, pues, del hombre nuevo, el hombre según Dios que él crea en la verdadera justicia y santidad.

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La Biblia Textual 3a Edicion

vestidos ya del nuevo hombre,° que fue creado según Dios° en la justicia y santidad de la verdad.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

y os revistáis del hombre nuevo, que ha sido creado a imagen de Dios en justicia y santidad de la verdad.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

y vestíos del nuevo hombre, que es creado según Dios, en justicia y en santidad verdadera.

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Efesios 4:24
30 Tagairtí Cros  

He aquí la lista de los descendientes de Adán. Cuando Dios creó al hombre lo hizo a imagen de Dios.


De justicia me había vestido y ella me cubría, la justicia era mi manto y mi turbante.


Despierta, despierta, vístete de tu fuerza, Sión; ponte tus vestidos más espléndidos, Jerusalén, ciudad santa. Pues ya no volverá a entrar en ti el incircunciso ni el impuro.


Se revistió de justicia como de una coraza, y puso en su cabeza el yelmo de la salvación; se vistió la venganza como una túnica y se envolvió en la indignación como en un manto.


con santidad y justicia ante él toda nuestra vida. /


Conságralos en la verdad: tu palabra es la verdad.


Y no os acomodéis a este mundo; al contrario, transformaos y renovad vuestro interior para que sepáis distinguir cuál es la voluntad de Dios: lo bueno, lo que le agrada, lo perfecto.


La noche está avanzada y el día está cerca; por lo tanto, dejemos a un lado las obras de las tinieblas y revistámonos de las armas de la luz.


al contrario, revestíos de Jesucristo, el Señor, y no busquéis satisfacer los bajos instintos.


Por el bautismo fuimos sepultados con Cristo y morimos, para que así como Cristo fue resucitado de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros caminemos en nueva vida.


Pero ahora, al morir a la ley, a la cual estábamos sujetos, hemos quedado libres para servir a Dios no conforme a la letra de la vieja ley, sino conforme a la nueva vida del Espíritu.


Porque aquellos que de antemano conoció, también los predestinó a ser conformes con la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.


Porque esto corruptible ha de vestirse de incorruptibilidad, y esto mortal de inmortalidad.


Y todos nosotros, con la cara descubierta, reflejando como en un espejo la gloria del Señor, nos transformamos en su misma imagen, resultando siempre más gloriosos, bajo el influjo del Espíritu del Señor.


Por esto no desfallecemos, pues aunque nuestro hombre exterior vaya perdiendo, nuestro hombre interior se renueva de día en día.


De modo que, el que está en Cristo, es una criatura nueva; lo viejo ya pasó, y ha aparecido lo nuevo.


pues los que habéis sido bautizados en Cristo os habéis revestido de Cristo.


Da igual estar o no estar circuncidado. Lo que importa es ser un hombre nuevo.


Él nos ha hecho, él nos ha creado por medio de Cristo Jesús, para hacer obras buenas tal y como él lo dispuso de antemano.


anulando en su propio cuerpo la ley, sus mandamientos y decretos. Él ha formado de los dos, en su propia persona, una nueva humanidad, haciendo así la paz.


Revestíos de la armadura de Dios para que podáis resistir las tentaciones del diablo.


que se entregó a sí mismo por nosotros para redimirnos y hacer de nosotros un pueblo escogido, limpio de todo pecado y dispuesto a hacer siempre el bien.


Del Hijo, en cambio, afirma: Tu trono, oh Dios, dura eternamente; y: el cetro de tu reino es cetro de justicia.


Buscad afanosamente la paz con todos y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor;


Como niños recién nacidos apeteced la leche espiritual no adulterada, para que alimentados con ella crezcáis en orden a la salvación,


Por ellos hemos entrado en posesión de las más ricas y preciosas promesas para hacernos así partícipes de la naturaleza divina, una vez que hayamos escapado de la corrupción que hay en el mundo por causa de las pasiones.