Así se cumplía la palabra del Señor pronunciada por Jeremías: 'Hasta que la tierra disfrute de su descanso, descansará durante todos los días de la desolación, hasta que se cumplan setenta años'.
Daniel 9:2 - Biblia Martin Nieto yo, Daniel, me puse a estudiar en los libros y a calcular el número de los años que, según la palabra del Señor dirigida al profeta Jeremías, debían pasar sobre las ruinas de Jerusalén: setenta semanas. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 en el año primero de su reinado, yo Daniel miré atentamente en los libros el número de los años de que habló Jehová al profeta Jeremías, que habían de cumplirse las desolaciones de Jerusalén en setenta años. Biblia Nueva Traducción Viviente Durante el primer año de su reinado, yo, Daniel, al estudiar la palabra del Señor, según fue revelada al profeta Jeremías, aprendí que Jerusalén debía quedar en desolación durante setenta años. Biblia Católica (Latinoamericana) Ese primer año de su reinado, yo Daniel estudiaba las Escrituras y sacaba la cuenta de esos setenta años que debían pasar sobre Jerusalén en ruinas como le fue revelado al profeta Jeremías. La Biblia Textual 3a Edicion en ese primer año de su reinado, yo, Daniel, entendí de los libros que, según la palabra de YHVH dada al profeta Jeremías, el número de los años que habría de durar la desolación de Jerusalem serían setenta años. Biblia Serafín de Ausejo 1975 en el primer año de su reinado, yo, Daniel, me puse a investigar en las Escrituras el número de los años que, según la palabra de Yahveh al profeta Jeremías, deberían pasar sobre la ruina de Jerusalén: eran setenta años. Biblia Reina Valera Gómez (2023) en el año primero de su reinado, yo Daniel miré atentamente en los libros el número de los años, de los cuales vino la palabra de Jehová al profeta Jeremías, que había de concluir la asolación de Jerusalén en setenta años. |
Así se cumplía la palabra del Señor pronunciada por Jeremías: 'Hasta que la tierra disfrute de su descanso, descansará durante todos los días de la desolación, hasta que se cumplan setenta años'.
El año primero de Ciro, rey de Persia, en cumplimiento de su palabra anunciada por medio de Jeremías, el Señor impulsó a Ciro, rey de Persia, a que proclamara de viva voz y por escrito, en todo su reino, este edicto:
Nuestro templo santo y glorioso, donde te alabaron nuestros padres, ha sido devorado por el fuego, y todo lo que hacía nuestras delicias está en ruinas.
Éstas son las palabras de Jeremías, hijo de Jelcías, de la familia de sacerdotes que habitaban en Anatot, en el territorio de Benjamín.
a Jerusalén, a las ciudades de Judá, a sus reyes, a sus príncipes, para hacer de todo ello un desierto, un horror, un objeto de escarnio, una maldición, como es la condición actual;
'Miqueas de Morasti, que profetizaba en tiempos de Ezequías, rey de Judá, dijo también a todo el pueblo de Judá: Esto dice el Señor todopoderoso: Sión será arada como un campo, Jerusalén se convertirá en un montón de piedras, y el monte del templo en una selva.
trataré a este templo como a Silo y haré de esta ciudad una maldición para todas las naciones de la tierra'.
Todas las naciones estarán sujetas a él, a su hijo y a su nieto, hasta que le llegue la hora también a su país; entonces lo subyugarán muchas naciones y reyes poderosos.
Esto dice el Señor: Cuando terminen los setenta años concedidos a Babilonia, yo me ocuparé de vosotros y cumpliré en vosotros mi promesa de restituiros a este lugar.
Y yo haré cesar en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén los gritos de júbilo y algazara, los cantos del esposo y de la esposa, porque el país se convertirá en una desolación.
¡Ay, cómo está postrada en soledad la ciudad tan populosa! Como una viuda se ha quedado la grande entre las naciones. La señora entre las provincias ha sido esclavizada.
No pasará por él pie de hombre ni le pisará pie de animal; quedará deshabitado durante cuarenta años.
Me dirigí al Señor implorándole con oraciones y súplicas, con ayuno, sayal y ceniza.
Por eso, por culpa vuestra, Sión será arada como un campo, Jerusalén se volverá un montón de ruinas, el monte del templo un cúmulo de maleza.
Entonces el ángel del Señor continuó: Señor todopoderoso, ¿cuándo te compadecerás de Jerusalén y de las ciudades de Judá, contra las cuales estás tan indignado hace ya setenta años?
'Di a todo el pueblo de la tierra y a los sacerdotes: Cuando ayunabais y guardabais luto el quinto y el séptimo mes, ¿ayunabais por amor mío?
'Cuando veáis en el lugar santo el ídolo repugnante anunciado por el profeta Daniel (el que lea que entienda),
'Cuando veáis el ídolo repugnante puesto donde no debe estar (el que lea que entienda), entonces los que estén en Judea que huyan a los montes;
El eunuco dijo a Felipe: 'Por favor, ¿de quién dice esto el profeta? ¿De él o de otro?'.
Mientras llego, aplícate a la lectura, a la exhortación, a la enseñanza.
Dichoso el que lea y los que escuchen las palabras de esta profecía y observen su contenido, porque el tiempo está cerca.