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Jeremías 26:6 - Biblia Martin Nieto

6 trataré a este templo como a Silo y haré de esta ciudad una maldición para todas las naciones de la tierra'.

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Biblia Reina Valera 1960

6 yo pondré esta casa como Silo, y esta ciudad la pondré por maldición a todas las naciones de la tierra.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 entonces destruiré este templo así como destruí a Silo, el lugar donde estaba el tabernáculo. Y haré que Jerusalén se convierta en objeto de maldición en cada nación de la tierra’”».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 trataré a este templo como traté al santuario de Silo, y pondré a Jerusalén como ejemplo; todas las naciones de la tierra reconocerán que yo la maldije.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 reduciré esta Casa como Silo, y esta ciudad será objeto de maldición para todas las naciones de la tierra.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 entonces haré de este templo como del de Siló, y haré de esta ciudad una maldición para todas las naciones de la tierra.

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Jeremías 26:6
20 Tagairtí Cros  

Por haberse conmovido tu corazón y haberte humillado delante del Señor al oír las palabras con que él ha amenazado a este lugar y a sus habitantes, el terror y la maldición, y haber llorado delante de mí, yo también te he escuchado, dice el Señor.


tus jefes han profanado el santuario, por eso he entregado a Jaco al exterminio, y a Israel a los ultrajes.


Dejaréis vuestro nombre para que sirva de juramento a mis elegidos: ¡El Señor Dios te haga morir! Pero a mis siervos se les dará otro nombre.


Pero como a estos higos malos, tan malos que no pueden comerse - dice el Señor-, así trataré yo a Sedecías, rey de Judá, a sus oficiales y al resto de los habitantes de Jerusalén que han quedado en este país o que habitan en el país de Egipto.


a Jerusalén, a las ciudades de Judá, a sus reyes, a sus príncipes, para hacer de todo ello un desierto, un horror, un objeto de escarnio, una maldición, como es la condición actual;


Los perseguiré con la espada, el hambre y la peste; los dejaré hechos un horror para todos los reinos de la tierra, maldición, espanto, escarnio y oprobio de todas las naciones en que los dispersé,


Y quedarán como tipo de maldición entre todos los desterrados de Judá que están en Babilonia, los cuales dirán: El Señor haga contigo como con Sedecías y con Ajab, a quienes el rey de Babilonia tostó al fuego.


Pues esto dice el Señor todopoderoso, Dios de Israel: Como se derramó mi furor y mi indignación sobre los habitantes de Jerusalén, así se derramará mi furor sobre vosotros si marcháis a Egipto. Seréis objeto de execración, de horror, de maldición, de oprobio y de vergüenza, y no volveréis a ver más este lugar'.


El Señor no podía soportar más la maldad de vuestras acciones y las monstruosidades que habéis cometido; por eso vuestro país ha quedado convertido en un desierto, objeto de horror y execración, sin ningún habitante, como sucede actualmente.


Al verte se frotan las manos todos los transeúntes; silban y menean la cabeza ante la hija de Jerusalén, diciendo: '¿Es ésta la ciudad más hermosa, la delicia de toda la tierra?'.


Abren su boca contra ti todos tus enemigos, silban, rechinan sus dientes, dicen: '¡La hemos tragado! Éste es el día que esperábamos, ¡ya lo tocamos, ya lo vemos!'.


Todo Israel ha quebrantado tu ley, se ha extraviado sin querer escuchar tu voz. Por esto nos han sobrevenido las maldiciones que están escritas bajo juramento en la ley de Moisés, siervo de Dios, porque hemos pecado contra él.


Entonces me dijo: Ésta es la maldición que se extiende sobre toda la tierra. En una cara del libro está escrito: Todo ladrón será eliminado, y en la otra: Todo el que jura en falso será eliminado.


Toda la comunidad israelita se reunió en Silo y establecieron allí la tienda de la reunión. El país les estaba sometido.


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