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Daniel 12:3 - Biblia Martin Nieto

Los sabios brillarán entonces como el resplandor del firmamento, y los que enseñaron a muchos la justicia, como las estrellas por toda la eternidad.

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Biblia Reina Valera 1960

Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Los sabios resplandecerán tan brillantes como el cielo y quienes conducen a muchos a la justicia brillarán como estrellas para siempre.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Los que tengan el conocimiento brillarán como un cielo resplandeciente, los que hayan guiado a los demás por la justicia brillarán como las estrellas por los siglos de los siglos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Entonces los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento, y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Los sabios brillarán como el resplandor del firmamento; y los que enseñaron a muchos la justicia, como las estrellas, por siempre jamás.'

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que guiaron a muchos a la justicia, como las estrellas, a perpetua eternidad.

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Daniel 12:3
27 Tagairtí Cros  

Los israelitas dirigían su mirada a la cara de Moisés y veían su piel radiante. Y Moisés volvía a poner el velo en su cara hasta que entraba de nuevo a hablar con el Señor.


El fruto de la justicia es un árbol de vida, y la violencia arranca las vidas.


Los sabios tienen por herencia la gloria, pero los necios reciben la ignominia.


La senda de los justos es como la luz del alba, cuyo esplendor va creciendo hasta el pleno día.


Qohélet, además de ser un sabio, también enseñó al pueblo la ciencia; estudió, investigó y compuso muchos proverbios.


Después de las penas de su alma, verá la luz y quedará colmado. Por sus sufrimientos mi siervo justificará a muchos y cargará sobre sí las iniquidades de ellos.


Si es que han asistido a mi consejo, ¡anuncien mis palabras a mi pueblo, hagan que se convierta de su mal camino, de la perversidad de sus acciones!


Los maestros del pueblo instruirán a muchos, pero caerán a espada o serán quemados o deportados o despojados de sus bienes durante algún tiempo.


También caerán algunos maestros, a fin de acrisolar, purificar y blanquear a los otros hasta el tiempo fijado, porque aún falta para el tiempo fijado.


Muchos serán acrisolados, purificados y blanqueados; los criminales continuarán cometiendo crímenes; ninguno de ellos comprenderá nada; los sabios, en cambio, comprenderán.


Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre. ¡El que tenga oídos que oiga!'


Jesús les dijo: 'Os aseguro que vosotros, los que me habéis seguido, en la nueva creación, cuando el hijo del hombre se siente en el trono de su gloria, os sentaréis también sobre doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.


'¿Quién es el criado fiel y prudente, puesto por el amo al frente de su servidumbre, para que les dé la comida a su hora?


El segador cobra el salario y recoge el fruto para la vida eterna. Así se alegra tanto el que siega como el que siembra.


Juan era la antorcha que arde y luce, y vosotros quisisteis recrearos con su luz por un momento.


En la Iglesia de Antioquía había profetas y doctores: Bernabé y Simón, apodado el Negro; Lucio de Cirene; Manahén, hermano de leche de Herodes el virrey, y Saulo.


Según el don que Dios me ha concedido, yo puse los cimientos como buen arquitecto, y otro construye el edificio. Que cada uno mire cómo construye.


Él a unos constituyó apóstoles; a otros, profetas; a unos evangelistas, y a otros pastores y maestros,


Pues debiendo ser ya maestros por razón del tiempo, todavía tenéis necesidad de que se os enseñen los primeros rudimentos de oráculos divinos, y habéis llegado a tener necesidad de leche, no de alimento sólido.


Tened en cuenta que la paciencia de nuestro Señor es nuestra salvación, como ya os lo escribió nuestro queridísimo hermano Pablo, con la sabiduría que Dios le ha dado;


Éste es el secreto de las siete estrellas que has visto en mi mano derecha y de los siete candelabros de oro: las siete estrellas son los ángeles de las siete Iglesias, y los siete candelabros son las siete Iglesias'.


Así perezcan todos tus enemigos, oh, Señor; y aquellos que te aman, sean como el sol cuando se levanta con todo vigor'.