Tenía José treinta años cuando se presentó ante el Faraón, rey de Egipto. Salió de su presencia y recorrió toda la tierra de Egipto.
Daniel 1:5 - Biblia Martin Nieto El rey les asignó una ración diaria de la comida del monarca y del vino que él bebía. Su formación duraría tres años, al cabo de los cuales serían admitidos al servicio del rey. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y les señaló el rey ración para cada día, de la provisión de la comida del rey, y del vino que él bebía; y que los criase tres años, para que al fin de ellos se presentasen delante del rey. Biblia Nueva Traducción Viviente El rey les asignó una ración diaria de la comida y del vino que provenían de su propia cocina. Debían recibir entrenamiento por tres años y después entrarían al servicio real. Biblia Católica (Latinoamericana) Cada día el rey les distribuía una parte de los alimentos que él comía y del vino que bebía; así se les debía educar durante tres años, después de lo cual servirían en presencia del rey. La Biblia Textual 3a Edicion El rey les asignó su ración diaria de la mesa real, y del vino que él bebía, para alimentarlos durante tres años, al cabo de los cuales pasarían a servir al rey. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El rey les asignó una ración diaria de comida y vino de la mesa real, para que recibieran educación durante tres años y se quedaran luego al servicio del rey. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el rey les señaló una porción para cada día de la comida del rey y del vino que él bebía; y que los criase tres años, para que al fin de ellos estuviesen delante del rey. |
Tenía José treinta años cuando se presentó ante el Faraón, rey de Egipto. Salió de su presencia y recorrió toda la tierra de Egipto.
¡Dichosas tus gentes! ¡Dichosos tus servidores, que están siempre junto a ti y escuchan tu sabiduría!
Su sustento cotidiano le fue suministrado por el rey, día a día, mientras vivió.
¡Dichosas tus mujeres!, ¡dichosos tus servidores, que están siempre junto a ti y escuchan tu sabiduría!
Entonces me dijo el Señor: 'Si vuelves, yo te haré volver y continuarás a mi servicio; y si separas lo precioso de lo vil, serás como mi boca. Ellos volverán a ti, no tú a ellos.
El rey se entretuvo hablando con ellos, pero entre todos los otros no encontró ninguno que pudiese compararse con Daniel, Ananías, Misael y Azarías; por eso quedaron ellos al servicio del rey.
Daniel tenía el propósito de no contaminarse con la comida del rey ni con el vino que él bebía, y suplicó al jefe de los eunucos que no le obligara a contaminarse.
El ángel le contestó: 'Yo soy Gabriel, que estoy delante de Dios, y he sido enviado a hablarte y darte esta buena noticia.
Estad alerta y orad en todo momento para que podáis libraros de todo lo que ha de venir y presentaros ante el hijo del hombre'.
Saúl mandó decir a Jesé: 'Te suplico que David se quede a mi servicio, porque me agrada mucho'.