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Apocalipsis 11:19 - Biblia Martin Nieto

Entonces se abrió el templo de Dios, el que está en el cielo, se vio en su templo el arca de su alianza en medio de rayos, voces, truenos, terremotos y fuerte granizada.

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Biblia Reina Valera 1960

Y el templo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su pacto se veía en el templo. Y hubo relámpagos, voces, truenos, un terremoto y grande granizo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Después se abrió en el cielo el templo de Dios, y el arca de su pacto se podía ver dentro del templo. Salieron relámpagos, rugieron truenos y estruendos, y hubo un terremoto y una fuerte tormenta de granizo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Entonces se abrió el Santuario de Dios en el Cielo y pudo verse el arca de la Alianza de Dios dentro del Santuario. Se produjeron relámpagos, fragor y truenos, un terremoto y una fuerte granizada.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y el santuario de Dios en el cielo se abrió, y en su santuario fue vista el arca de su pacto, y hubo relámpagos, y voces, y truenos, y un terremoto,° y grande granizo.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Se abrió el santuario de Dios que está en el cielo y apareció el arca de su alianza en su santuario. Y hubo relámpagos y voces y truenos y terremoto y una gran granizada.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y el templo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su pacto fue vista en su templo. Y hubo relámpagos, y voces, y truenos, y un terremoto, y grande granizo.

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Apocalipsis 11:19
33 Tagairtí Cros  

en lugar de lluvias les envió granizo y rayos ardientes sobre todo el país;


puso a su alrededor la oscuridad por tienda, agua tenebrosa y espesos nubarrones;


He aquí que el Señor envía a alguien fuerte, poderoso, como violenta granizada, como funesta tempestad, como aguacero impetuoso, arrasador, y los derribará en tierra con violencia.


serás visitado por el Señor todopoderoso, con truenos, terremotos, gran estruendo, con huracán, tempestad y fuego devorador.


El Señor dejará oír su voz majestuosa y manifestará su brazo amenazador, en el ardor de su ira, en la llama de un fuego devorador, en una tempestad de lluvia y de granizo.


(Como granizo, el bosque se derrumbará, y la ciudad se hundirá totalmente).


di a los que recubren con argamasa: ¡Se caerá! Sobrevendrá un aguacero torrencial, caerá abundante granizo y soplará un viento de tempestad;


Por tanto, esto dice el Señor Dios: En mi cólera desencadenaré un viento impetuoso, lluvia a torrentes caerá en mi furor, granizos sin cuento en el ardor de la destrucción.


Convocaré contra él terrores de todas clases, dice el Señor Dios. Sus gentes volverán las espadas unos contra otros.


Partieron de la montaña del Señor e hicieron tres días de camino. El arca de la alianza del Señor iba delante, buscando un sitio donde acampar.


Cuando Aarón y sus hijos hayan acabado de cubrir el santuario y todo su mobiliario, en el momento de levantar el campamento vendrán los descendientes de Quehat para llevarlos, pero sin tocar las cosas sagradas, no sea que mueran. Éste es el oficio de los descendientes de Quehat en la tienda de la reunión.


Cuando haya que levantar el campamento, Aarón y sus hijos desmontarán el velo y cubrirán con él el arca de la alianza.


Cuando huían ante Israel en la pendiente de Bejorón, el Señor hizo caer del cielo sobre ellos un pedrisco terrible hasta Azeca, y murieron más por las piedras de granizo que por la espada de los israelitas.


En aquel momento se produjo un gran terremoto y se derrumbó la décima parte de la ciudad, y en el cataclismo perecieron siete mil personas. Los supervivientes, llenos de terror, dieron gloria al Dios del cielo.


El séptimo ángel tocó la trompeta, y se oyeron en el cielo voces potentes que decían: El imperio del mundo ha pasado a nuestro señor y a su mesías; él reinará por los siglos de los siglos.


Una gran señal apareció en el cielo: una mujer vestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas en la cabeza.


Oí una voz que salía del templo y decía a los siete ángeles: 'Id y verted sobre la tierra las siete copas de la ira de Dios'.


Y hubo relámpagos, voces y truenos, con un gran terremoto, como no lo hubo nunca de violento desde que el hombre está sobre la tierra.


Granizos enormes - como adoquines- cayeron sobre los hombres, que blasfemaron contra Dios por la plaga del granizo, porque esta plaga era muy grande.


Luego vi el cielo abierto, y apareció un caballo blanco; el jinete se llama el fiel, el veraz, y juzga y lucha con justicia.


Después de esto tuve una visión. Vi una puerta abierta en el cielo; y la voz del principio, la que oí hablarme como con sonido de trompeta, me dijo: 'Sube aquí y te mostraré lo que va a suceder en seguida'.


Del trono salían rayos, voces y truenos. Siete lámparas de fuego ardían delante del trono (que son los siete espíritus de Dios).


Por eso están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en su templo; el que está sentado en el trono los cobijará bajo su tienda.


Después el ángel tomó el incensario, lo llenó de fuego del altar y lo lanzó sobre la tierra. Entonces se produjeron truenos, relámpagos, voces y terremotos.


El primero tocó la trompeta, y cayó sobre la tierra granizo y fuego mezclado con sangre; la tercera parte de la tierra quedó abrasada, la tercera parte de los árboles quedó abrasada y la tercera parte de la hierba verde quedó abrasada.