Y extenderé sobre Jerusalén la cuerda de Samaría y la plomada de la casa de Ajab, y fregaré a Jerusalén como se friega un plato, y fregado se vuelve boca abajo.
Amós 7:8 - Biblia Martin Nieto El Señor me dijo: '¿Qué ves, Amós?'. Respondí: 'Una plomada'. Y el Señor me dijo: 'Pongo la plomada en medio de mi pueblo Israel, y no le perdonaré por más tiempo. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Jehová entonces me dijo: ¿Qué ves, Amós? Y dije: Una plomada de albañil. Y el Señor dijo: He aquí, yo pongo plomada de albañil en medio de mi pueblo Israel; no lo toleraré más. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces el Señor me dijo: —Amós, ¿qué ves? —Una plomada —contesté. Y el Señor respondió: —Probaré a mi pueblo con esta plomada. Ya no pasaré por alto sus pecados. Biblia Católica (Latinoamericana) Y como Yavé me preguntara qué veía yo, le respondí que un nivel de plomo. Entonces el Señor prosiguió: 'Voy a ver si está desplomado o no Israel, pues ya no lo apuntalaré más;' La Biblia Textual 3a Edicion Y me dijo YHVH: ¿Qué es lo que ves, Amós? Y respondí: Una plomada. Entonces me dijo Adonay:° He aquí Yo aplico la plomada en medio de mi pueblo Israel; ya no lo pasaré más por alto. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Yahveh me dijo: '¿Qué ves, Amós?'. 'Una plomada', respondí. El Señor dijo entonces: 'Aquí estoy yo para poner la plomada en medio de mi pueblo Israel: no le perdonaré ya más. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Jehová me dijo: ¿Qué ves, Amós? Y dije: Una plomada de albañil. Y el Señor dijo: He aquí, yo pongo plomada de albañil en medio de mi pueblo Israel; no le pasaré más. |
Y extenderé sobre Jerusalén la cuerda de Samaría y la plomada de la casa de Ajab, y fregaré a Jerusalén como se friega un plato, y fregado se vuelve boca abajo.
Pondré el derecho por regla y la justicia por nivel. El granizo arrasará el refugio de la mentira, y las aguas arrollarán vuestro cobijo.
Será morada de pelícanos y erizos, mansión de cuervos y lechuzas; el Señor tirará sobre ella la cuerda del caos y la plomada del vacío.
Tú me has abandonado -dice el Señor-, me has vuelto la espalda, y yo he extendido mi mano contra ti para aniquilarte: ¡Ya estoy cansado de compadecerme!
El Señor ha decidido derruir la muralla de la hija de Sión; ha tirado la cuerda, sin recoger la mano, hasta no haberlo destruido todo; ha puesto en luto muro y antemural, que juntos se derrumban.
Ella concibió de nuevo y dio a luz una hija. Y el Señor dijo a Oseas: 'Ponle el nombre de 'No- compadecida', porque yo no he de compadecerme más de la casa de Israel y me olvidaré completamente de ellos.
El Señor me hizo ver esto: El Señor Dios estaba sobre un muro vertical, y en su mano tenía una plomada.
Y me dijo: '¿Qué ves, Amós?'. Yo contesté: 'Una canasta de frutas maduras'. El Señor me dijo: 'Viene el fin sobre mi pueblo Israel; no le perdonaré más tiempo'.
¿Qué Dios hay como tú, que quite el pecado y perdone la culpa al resto de tu herencia? No mantendrá su cólera por siempre, porque ama la misericordia.
Y me dijo: '¿Qué ves? Yo contesté: Veo un candelabro todo de oro con su aceitera en la parte superior; en él hay siete lámparas y siete tubos por los que les llega el aceite.
El ángel me preguntó: '¿Qué ves? Yo respondí: Veo un libro que vuela; tiene diez metros de largo y cinco de ancho.