y le dijo: 'Juro por mí mismo, palabra del Señor, que, por haber hecho esto y no haberme negado tu hijo único,
Amós 6:8 - Biblia Martin Nieto El Señor Dios ha jurado por sí mismo, palabra del Señor, Dios omnipotente: Yo detesto la soberbia de Jacob y odio sus palacios; entregaré la ciudad y cuanto hay en ella; Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Jehová el Señor juró por sí mismo, Jehová Dios de los ejércitos ha dicho: Abomino la grandeza de Jacob, y aborrezco sus palacios; y entregaré al enemigo la ciudad y cuanto hay en ella. Biblia Nueva Traducción Viviente El Señor Soberano ha jurado por su propio nombre y esto es lo que dice el Señor Dios de los Ejércitos Celestiales: «Desprecio la arrogancia de Israel y odio sus fortalezas. Entregaré esta ciudad a sus enemigos junto con todo lo que hay en ella». Biblia Católica (Latinoamericana) Juro por mí mismo, dice el Señor Yavé, el Dios de los Ejércitos: Yo aborrezco el lujo insolente de Jacob y detesto sus palacios; por eso, entregaré en manos del enemigo la ciudad con todos sus habitantes. La Biblia Textual 3a Edicion ° Adonay YHVH ha jurado por sí mismo, YHVH ’Elohey Sebaot, ha dicho:° Aborrezco el orgullo° de Jacob, y detesto sus palacios. Entregaré la ciudad y cuanto hay en ella.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 El Señor Yahveh lo jura por sí mismo -oráculo de Yahveh, Dios Sebaot-: 'Aborrezco el orgullo de Jacob, detesto sus palacios; entregaré la ciudad y cuanto hay en ella'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) El Señor Jehová juró por sí mismo, Jehová, el Dios de los ejércitos ha dicho: Aborrezco la grandeza de Jacob, y detesto sus palacios; por tanto, entregaré la ciudad y cuanto hay en ella. |
y le dijo: 'Juro por mí mismo, palabra del Señor, que, por haber hecho esto y no haberme negado tu hijo único,
Él somete a nuestro yugo las naciones y pone a los pueblos bajo nuestros pies;
Si tuviera hambre, no te lo diría, porque mío es el mundo y cuanto encierra.
Temer al Señor es aborrecer el mal; la arrogancia y el orgullo, la mala conducta y la boca perversa, las detesto.
¡Ay de la soberbia corona de los borrachos de Efraín, y de la flor marchita de orgulloso esplendor que domina el fértil valle; ay de los cargados de vino!
Mi heredad ha sido para mí como un león en la selva; ha lanzado contra mí sus rugidos; por eso la detesto.
del que dice: Voy a construirme un gran palacio con grandes salones, y abre sus ventanas, lo artesona de cedro y lo pinta de rojo!
Pero si no escucháis estas palabras, por mí mismo juro -dice el Señor- que esta casa será reducida a un montón de escombros.
Pero escuchad la palabra del Señor todos los judíos que vivís en Egipto: Yo también juro por mi gran nombre -dice el Señor- que no se pronunciará más mi nombre en Egipto por ningún judío que diga: ¡Vive el Señor Dios!
Pues por mí mismo he jurado -dice el Señor- que Bosra quedará hecha un desierto, un horror, un oprobio, una maldición, y todas sus ciudades serán ruinas perpetuas.
El Señor omnipotente ha jurado por sí mismo: Yo te inundaré de hombres como de langostas, y levantarán sobre ti el grito de triunfo.
El Señor ha actuado como enemigo, ha devastado a Israel; ha destruido todos sus palacios, ha arrasado sus fortalezas, ha multiplicado en la hija de Judá gemidos y gemidos.
Di a la casa de Israel: Esto dice el Señor Dios: Mirad, voy a profanar mi santuario, orgullo de vuestra fuerza, delicia de vuestros ojos, amor de vuestras almas. Vuestros hijos y vuestras hijas, que habéis dejado, caerán a espada.
En sus ciudades hará estragos la espada, exterminará a los profetas, los devorará por sus malos consejos.
Destruiré vuestras colinas idolátricas, destrozaré los altares de vuestros perfumes, amontonaré vuestros cadáveres sobre los cadáveres de vuestros ídolos y os aborreceré.
No saben obrar con rectitud, dice el Señor; acumulan la violencia y la opresión en sus palacios.
Por eso, esto dice el Señor: 'El enemigo sitiará el país y te quitará tu poder; serán saqueados tus palacios'.
El Señor Dios ha jurado por su santidad: Vendrán días sobre vosotras en que os levantarán con anzuelos y a vuestra descendencia con arpones de pesca;
Odio, aborrezco vuestras fiestas, no me agradan vuestras solemnidades.
En aquel día los cánticos del templo se convertirán en aullidos, -dice el Señor, Dios-. Serán muchos los cadáveres; silenciosamente se los arrojará en cualquier lugar.
El Señor lo ha jurado por el orgullo de Jacob: Jamás me olvidaré de ninguna de vuestras obras.
En un mes rechacé a tres pastores. Llegué a asquearme de las ovejas, y también ellas se cansaron de mí.