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Amós 4:9 - Biblia Martin Nieto

Herí con tizón y añublo vuestros jardines y vuestras viñas; vuestras higueras y vuestros olivos los devoró la langosta, ¡y no habéis vuelto a mí!, dice el Señor.

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Biblia Reina Valera 1960

Os herí con viento solano y con oruga; la langosta devoró vuestros muchos huertos y vuestras viñas, y vuestros higuerales y vuestros olivares; pero nunca os volvisteis a mí, dice Jehová.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

«Arruiné sus cultivos y viñedos con plaga y moho. La langosta devoró todas sus higueras y todos sus olivos; pero aun así, ustedes no se volvieron a mí», dice el Señor.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Yo les mandé la tiña y la polilla a todos sus jardines y viñedos; y devoró la langosta sus higueras y olivos. Con todo, ustedes no volvieron a mí, palabra de Yavé.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Os herí con tizón y con añublo, Y la langosta devoró vuestros huertos y vuestras viñas, Y vuestras higueras y vuestros olivares, Pero no os volvisteis a mí, dice YHVH.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Os he herido con tizón y con añublo, he devastado vuestras huertas y viñedos; vuestras higueras y vuestros olivos los ha devorado la langosta. Pero no habéis vuelto a mí -oráculo de Yahveh-.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Os herí con viento solano y oruga; vuestros muchos huertos y vuestras viñas, y vuestros higuerales y vuestros olivares comió la langosta; pero nunca os volvisteis a mí, dice Jehová.

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Amós 4:9
21 Tagairtí Cros  

Cuando en el país haya hambre, peste, tizón, añublo, langosta o pulgón, si el enemigo los asedia en alguna de sus ciudades; en cualquier plaga o enfermedad,


Cuando en el país haya hambre, peste, tizón, añublo, langosta o pulgón, o el enemigo del pueblo asedie una de sus ciudades, o cuando hubiere cualquier otra plaga o epidemia,


¿Para qué golpearos todavía, si os seguís rebelando? Enferma está toda la cabeza, el corazón entero dolorido.


Pero todos vosotros que prendéis fuego y atizáis brasas caed en las llamas de vuestro fuego, en las brasas que atizáis. Mi mano os tratará así, os hundiréis en los tormentos.


Pero el pueblo no ha vuelto hacia aquel que le hiere; no ha buscado al Señor omnipotente.


Y con todo esto, Judá, su pérfida hermana, no ha vuelto a mí de todo corazón, su arrepentimiento es falso, dice el Señor.


¡Oh Señor!, ¿no buscan tus ojos la verdad? Tú les has herido, y no han acusado el golpe; los has aplastado, y no han querido aprender la lección. Han endurecido su frente como la roca, han rehusado convertirse.


Se volverán a Egipto, pero asirio será su rey porque no han querido convertirse.


Lo que dejó el saltamontes lo devoró la langosta, lo que dejó la langosta lo devoró el cigarrón, lo que dejó el cigarrón lo devoró la caballeta.


Ha devastado mi viñedo, ha destrozado mis higueras; lo ha pelado todo, lo ha tirado por tierra y sus ramas han quedado blancas.


Yo os compensaré de los años en que os devoraron el saltamontes, la langosta, el cigarrón y la caballeta, mi gran ejército que envié contra vosotros.


Yo no os dejé nada que llevar a la boca en todas vuestras ciudades, os dejé sin pan en todos vuestros lugares, ¡y no habéis vuelto a mí!, dice el Señor.


Dos o tres ciudades iban corriendo a otra para beber agua, y no apagaban la sed; ¡y no habéis vuelto a mí!, dice el Señor.


Pues la higuera no volverá a echar brotes, ni habrá más frutos en las viñas; los campos no darán nada que comer, faltará la oveja en el aprisco y en los establos no habrá vacas.


Yo herí con tizón, añublo y granizo todas vuestras labores, y sin embargo no volvisteis a mí, palabra del Señor.


Alejaré de vosotros la voraz langosta para que no os destruya los frutos del suelo y no sea estéril la viña en el campo -dice el Señor todopoderoso-.


te herirá de agotamiento, fiebre, inflamación, calor sofocante, sequía, herrumbre y tizón, que te perseguirán hasta destruirte.


Todos tus árboles y los frutos de tu tierra serán devorados por la langosta.