Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




2 Timoteo 1:7 - Biblia Martin Nieto

Pues el Señor no nos ha dado espíritu de temor, sino de fortaleza, de amor y de prudencia.

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

Pues Dios no nos ha dado un espíritu de temor y timidez sino de poder, amor y autodisciplina.

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

Porque Dios no nos dio un espíritu de timidez, sino un espíritu de fortaleza, de amor y de buen juicio.

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.°

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Pues el Espíritu que Dios nos dio no es de timidez sino de fortaleza, de amor y de autodominio.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Porque no nos ha dado Dios un espíritu de temor, sino de poder, y de amor, y de templanza.

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



2 Timoteo 1:7
28 Tagairtí Cros  

que yo cumpla perfectamente tus decretos para no tener que avergonzarme.


Él reserva su auxilio para los hombres rectos, es un escudo para los que proceden con honestidad.


A mí me pertenece el consejo y la previsión; mía es la inteligencia, mía la fuerza.


Sobre él reposará el espíritu del Señor: espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de fuerza, espíritu de conocimiento y de temor del Señor.


Yo, en cambio, estoy lleno de fuerza, gracias al espíritu del Señor, de justicia y de fortaleza, para anunciar a Jacob su delito y a Israel su pecado.


Entonces me dijo: Ésta es la palabra del Señor sobre Zorobabel: 'No por el poder de las armas ni por la violencia, sino por mi espíritu, palabra del Señor todopoderoso.


Ved que os he dado poder de pisar serpientes y escorpiones, y sobre todas las fuerzas del enemigo, sin que nada os dañe.


Entonces, reflexionando, dijo: ¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen pan de sobra, y yo aquí me muero de hambre!


Sabed que voy a enviar lo que os ha prometido mi Padre. Por vuestra parte quedaos en la ciudad hasta que seáis revestidos de la fuerza de lo alto'.


La gente fue a ver qué había sucedido y, al llegar, encontraron al hombre del que habían salido los demonios sentado a los pies de Jesús, vestido y en su sano juicio; y se llenaron de miedo.


'La paz os dejo, mi paz os doy; no como el mundo la da, os la doy yo. No estéis angustiados ni tengáis miedo.


pero recibiréis la fuerza del Espíritu Santo, que vendrá sobre vosotros para que seáis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaría y hasta los confines de la tierra'.


cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y llenó de poder a Jesús de Nazaret, el cual pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos por el demonio, porque Dios estaba con él.


Pero a mí no me preocupa mi vida ni la juzgo estimable, con tal de acabar mi carrera y cumplir el ministerio que he recibido de Jesús, el Señor, de anunciar la buena nueva, la gracia de Dios.


Pablo respondió: '¿Qué hacéis llorando y partiéndome el corazón? Yo estoy dispuesto no sólo a ser atado, sino también a morir en Jerusalén por el nombre de Jesús, el Señor'.


Recorrí las sinagogas y, a fuerza de torturas, los obligaba a renegar. Me ensañé contra ellos de tal modo que los perseguía hasta en las ciudades extranjeras.


Pablo dijo: 'No estoy loco, excelentísimo Festo, sino que pronuncio palabras de verdad y de sensatez.


Esteban, por su parte, lleno de gracia y de poder, realizaba grandes prodigios y milagros en el pueblo.


Saulo cobraba cada vez más ánimo y tenía confundidos a los judíos de Damasco, demostrando que Jesús es el mesías.


y la esperanza no nos defrauda, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por medio del Espíritu Santo que nos ha dado.


Porque no recibisteis el espíritu de esclavitud para recaer de nuevo en el temor, sino que recibisteis el espíritu de hijos adoptivos, que nos hace exclamar: ¡Abba! ¡Padre!


Y mi palabra y mi predicación no se basaban en la elocuencia persuasiva de la sabiduría, sino en la demostración del poder del Espíritu,


Por el contrario, los frutos del Espíritu son: amor, alegría, paz, generosidad, benignidad, bondad, fe,


quien también nos ha manifestado lo que nos amáis en el Espíritu.


y libertar a todos aquellos que, por miedo a la muerte, estaban sometidos durante toda su vida a la esclavitud.


Purificados por la obediencia a la verdad con el fin de llegar a una fraternidad sincera amaos entrañablemente unos a otros,


En el amor no hay temor; por el contrario, el amor perfecto desecha el temor, pues el temor supone castigo, y el que teme no es perfecto en el amor.