¿Por ventura no le han contado a mi señor lo que hice cuando Jezabel mataba a los profetas del Señor, cómo oculté a cien de estos profetas del Señor por grupos de cincuenta en unas cuevas, alimentándolos con pan y agua?
2 Reyes 2:7 - Biblia Martin Nieto Cincuenta discípulos de los profetas fueron también y se pararon frente a ellos a cierta distancia, mientras que los dos se detuvieron junto al Jordán. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y vinieron cincuenta varones de los hijos de los profetas, y se pararon delante a lo lejos; y ellos dos se pararon junto al Jordán. Biblia Nueva Traducción Viviente Cincuenta hombres del grupo de profetas también fueron y observaron de lejos cuando Elías y Eliseo se detuvieron junto al río Jordán. Biblia Católica (Latinoamericana) Los seguían unos cincuenta profetas, que se quedaron a cierta distancia mientras ambos se detenían a orillas del Jordán. La Biblia Textual 3a Edicion Y fueron cincuenta hombres de los hijos de los profetas, y se detuvieron frente a ellos, a lo lejos; y los dos se detuvieron junto al Jordán. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Les seguían cincuenta hombres de entre los hijos de los profetas, que se pararon a cierta distancia frente a ellos, cuando ellos dos se detuvieron junto al Jordán. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y vinieron cincuenta varones de los hijos de los profetas, y se pararon enfrente a lo lejos; y ellos dos se pararon junto al Jordán. |
¿Por ventura no le han contado a mi señor lo que hice cuando Jezabel mataba a los profetas del Señor, cómo oculté a cien de estos profetas del Señor por grupos de cincuenta en unas cuevas, alimentándolos con pan y agua?
cuando Jezabel exterminó a los profetas del Señor, Abdías recogió a cien profetas y los ocultó en grupos de cincuenta en unas cuevas, proveyéndoles de pan y agua.
Un discípulo de los profetas dijo de parte del Señor a un compañero suyo: 'Pégame'. Y como no quiso hacerlo,
Los discípulos de los profetas de Jericó lo vieron desde el otro lado, y exclamaron: 'El espíritu de Elías se ha posado sobre Eliseo'. Le salieron al encuentro y se prosternaron ante él rostro en tierra.
Luego le dijeron: 'Mira, entre tus siervos hay cincuenta hombres robustos. Que vayan y busquen a tu amo, no sea que le haya arrebatado el espíritu del Señor y le haya arrojado en algún monte o en algún valle'. Pero él dijo: 'No los mandéis'.
Y tanto le insistieron, que les dijo: 'Mandadlos'. Y mandaron cincuenta hombres, que lo buscaron durante tres días, pero no lo encontraron.
Una mujer, esposa de un discípulo de los profetas, fue a lamentarse a Eliseo: 'Mi marido ha muerto. Tú bien sabes que tu siervo era temeroso del Señor. Pues bien, el acreedor ha venido a llevarse mis dos hijos como esclavos'.
Respondió: 'Bien. Mi señor me envía a decirte: Acaban de llegar a mí dos muchachos de la montaña de Efraín, de los discípulos de los profetas. Dales, por favor, setenta kilos de plata y dos mudas de vestidos'.
Los discípulos de los profetas dijeron a Eliseo: 'Como ves, el lugar en que vivimos contigo es demasiado estrecho para nosotros.
El profeta Eliseo llamó a uno de los hijos de los profetas y le dijo: 'Prepárate, toma en tu mano esta redoma de aceite y vete a Ramot de Galaad.
Entonces Amós dijo a Amasías: 'Yo no soy profeta ni hijo de profeta; yo soy boyero y descortezador de sicómoros.
Después llegarás a Guibeá de Dios, donde hay una guarnición de filisteos. Al entrar en la ciudad, te encontrarás con un grupo de profetas que bajan del alto, precedidos de arpas, tambores, flautas y cítaras, profetizando.