El copero mayor les dijo: 'Decid a Ezequías: Esto dice el gran rey, el rey de Asiria: ¿En qué pones tu confianza?
2 Reyes 18:5 - Biblia Martin Nieto Puso su confianza en el Señor, Dios de Israel; ni antes ni después hubo un rey como él en Judá. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 En Jehová Dios de Israel puso su esperanza; ni después ni antes de él hubo otro como él entre todos los reyes de Judá. Biblia Nueva Traducción Viviente Ezequías confiaba en el Señor, Dios de Israel. No hubo nadie como él entre todos los reyes de Judá, ni antes ni después de él. Biblia Católica (Latinoamericana) Puso su confianza en Yavé, el Dios de Israel, y entre los reyes de Judá que le siguieron, ninguno se comparó con él. La Biblia Textual 3a Edicion En YHVH, Dios de Israel, puso su confianza. Ni antes ni después de él hubo otro como él entre todos los reyes de Judá, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Puso su confianza en Yahveh, Dios de Israel, en tal grado que ni después ni antes hubo semejante a él entre todos los reyes de Judá. Biblia Reina Valera Gómez (2023) En Jehová, el Dios de Israel, puso su confianza; ni después ni antes de él hubo otro como él entre todos los reyes de Judá. |
El copero mayor les dijo: 'Decid a Ezequías: Esto dice el gran rey, el rey de Asiria: ¿En qué pones tu confianza?
'Así debéis hablar a Ezequías, rey de Judá: No te engañe tu Dios, en quien confías, diciéndote que Jerusalén no será entregada en manos del rey de Asiria.
Ni antes ni después de Josías hubo un rey que se volviera como él al Señor con todo su corazón, con toda su alma y con toda su fuerza, conforme en todo con la ley de Moisés.
Se levantaron de madrugada y salieron hacia el desierto de Técoa. Cuando salían, Josafat se adelantó y dijo: 'Escuchadme, habitantes de Judá y de Jerusalén. Tened confianza en el Señor, Dios nuestro, y estaréis seguros; tened fe en sus profetas, y triunfaréis'.
Más tarde Josafat se alió con Ocozías, rey de Israel, que era un malvado.
Él me puede matar; no tengo otra esperanza que defender en su presencia mi conducta.
para que no diga mi enemigo: 'Le he vencido', ni gocen mis opresores al verme ya caído.
Dios, el Señor, es un sol y un escudo, el Señor da la gracia y la gloria; no niega bien alguno al que procede rectamente.
Acaso me diréis: Nosotros confiamos en el Señor, nuestro Dios; pero ¿no es ése precisamente el Dios cuyas colinas y cuyos altares suprimió Ezequías, ordenando a Judá y a Jerusalén: Sólo ante este altar os debéis prosternar?
'Señor, acuérdate, por favor, de que he caminado fielmente en tu presencia con corazón honrado, haciendo lo que es recto a tus ojos'. Y Ezequías rompió a llorar copiosamente.
Confiaba en Dios. Que lo libre ahora, si es que lo ama, puesto que ha dicho: Soy hijo de Dios'.
a fin de que nosotros, los que antes habíamos esperado en Cristo, seamos alabanza de su gloria;