2 Corintios 11:29 - Biblia Martin Nieto ¿Quién desfallece que yo no desfallezca? ¿Quién se escandaliza que yo no me indigne? Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 ¿Quién enferma, y yo no enfermo? ¿A quién se le hace tropezar, y yo no me indigno? Biblia Nueva Traducción Viviente ¿Quién está débil sin que yo no sienta esa misma debilidad? ¿Quién se ha dejado llevar por mal camino sin que yo arda de enojo? Biblia Católica (Latinoamericana) ¿Quién vacila que yo no vacile con él? ¿Quién se viene abajo sin que un fuego me devore? La Biblia Textual 3a Edicion ¿Quién enferma, y yo no enfermo? ¿Quién es inducido a pecar, y yo no me quemo de angustia? Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¿Quién desfallece, sin que yo desfallezca? ¿Quién sufre un escándalo, sin que yo no me abrase? Biblia Reina Valera Gómez (2023) ¿Quién enferma, y yo no enfermo? ¿A quién se le hace caer, y yo no me enfurezco? |
Sus discípulos se acordaron que está escrito: El celo de tu casa me devora.
Nosotros, los fuertes, debemos sobrellevar las deficiencias de los débiles y no buscar lo que nos agrada a nosotros mismos.
¿Es que no tenéis vuestra casa para comer y beber? ¿O es que despreciáis a la Iglesia de Dios y queréis dejar en vergüenza a los que no tienen? ¿Qué os voy a decir? ¿He de felicitaros? En esto no os puedo felicitar.
Así, si un miembro sufre, con él sufren todos los miembros; si un miembro recibe una atención especial, todos los miembros se alegran.
Por tanto, si una comida escandaliza a mi hermano, jamás comeré carne para no escandalizarle.
Pero procurad que vuestra libertad no sirva de escándalo a los débiles en la fe.
Con los débiles en la fe me hago débil para ganar a los débiles; me hago todo para todos, para salvarlos a todos.
Y nos alegramos de que yo sea débil y vosotros fuertes. Lo que pedimos en nuestras oraciones es vuestra perfección.
Cuando vi que no se portaban conforme a la verdad del evangelio, dije a Pedro en presencia de todos:
Ayudaos unos a otros a llevar las cargas, y así cumpliréis la ley de Cristo.
Conozco tus obras, tus fatigas y tu constancia. Sé que no puedes soportar a los malos, que has puesto a prueba a los que se llaman apóstoles sin serlo y los has encontrado mentirosos;
Pero tengo esto contra ti: dejas que Jezabel, esa mujer que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis servidores hasta hacerles vivir en la lujuria y comer las carnes sacrificadas a los ídolos.