Ciñe la espada al flanco, oh poderoso, ella es tu brillo y tu esplendor;
2 Corintios 10:1 - Biblia Martin Nieto Yo mismo, Pablo, os lo pido por la ternura y la bondad de Cristo; yo, tan tímido cuando estoy entre vosotros y tan valiente cuando estoy lejos. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Yo Pablo os ruego por la mansedumbre y ternura de Cristo, yo que estando presente ciertamente soy humilde entre vosotros, mas ausente soy osado para con vosotros; Biblia Nueva Traducción Viviente Ahora yo, Pablo, les ruego con la ternura y bondad de Cristo, aunque me doy cuenta de que piensan que soy tímido en persona y valiente solo cuando escribo desde lejos. Biblia Católica (Latinoamericana) Soy yo, Pablo en persona, quien les suplica por la mansedumbre y bondad de Cristo; ¡ese Pablo tan humilde entre ustedes y tan intrépido cuando está lejos!' La Biblia Textual 3a Edicion Ahora yo, Pablo, os ruego por la mansedumbre y ternura del Mesías; yo, que en persona soy manso y apacible entre vosotros, pero ausente soy osado para con vosotros; Biblia Serafín de Ausejo 1975 Yo mismo, Pablo, os voy a hacer un ruego en nombre de la humildad y la condescendencia de Cristo; yo, tan tímido cuando estoy presente y tan atrevido cuando estoy ausente. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y yo, Pablo mismo, os ruego por la mansedumbre y bondad de Cristo; yo que estando presente soy humilde entre vosotros, mas ausente soy osado para con vosotros; |
Ciñe la espada al flanco, oh poderoso, ella es tu brillo y tu esplendor;
Salta de júbilo, hija de Sión; alégrate, hija de Jerusalén, porque tu rey viene a ti: justo y victorioso, humilde y montado en un asno, joven cría de una asna.
Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy afable y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas.
El pasaje de la Escritura que leía era éste: Como cordero llevado al matadero, como ante sus esquiladores una oveja muda y sin abrir la boca.
Isaías se atreve a decir: Me encontraron los que no me buscaban y me manifesté a los que no preguntaban por mí.
Hermanos, os ruego, por la misericordia de Dios, que ofrezcáis vuestros cuerpos como sacrificio vivo, consagrado, agradable a Dios; éste es el culto que debéis ofrecer.
A pesar de todo, me he atrevido a escribiros para recordaros algunas cosas. Lo hago en virtud del privilegio que Dios me ha concedido
Nosotros tontos por Cristo, vosotros sabios en Cristo; nosotros débiles, vosotros fuertes; vosotros honrados, nosotros despreciados.
porque dicen que mis cartas son duras y fuertes, pero que mi presencia corporal es muy poca cosa y mi palabra lamentable-,
Os ruego que no me obliguéis cuando esté con vosotros a dar pruebas de esta valentía, de la que estoy dispuesto a usar contra los que piensan que procedo por motivos puramente humanos;
Sólo os fijáis en las apariencias. Si alguno se precia de ser de Cristo, piense que yo lo soy tanto como él;
Me da vergüenza decirlo: todo esto hace creer que me he portado con demasiada debilidad con vosotros. Pero de lo que otro se atreva a presumir -hablo a lo loco-, también yo.
De ese hombre presumiré, pero de mí no presumiré sino de mis flaquezas.
Somos, pues, embajadores de Cristo, como si Dios exhortase por nosotros. En nombre de Cristo os rogamos: reconciliaos con Dios.
Siendo, pues, colaboradores, os exhortamos a no recibir en vano la gracia de Dios.
Tengo gran confianza en vosotros, me siento orgulloso de vosotros, estoy lleno de consuelo y de alegría en medio de todas mis penalidades.
Pero sabéis que, debido a una enfermedad que tuve, os anuncié por primera vez el evangelio;
Mirad; yo, Pablo, os digo que si os circuncidáis, Cristo de nada os aprovechará.
Por esto yo, Pablo, estoy preso por Cristo Jesús para bien de vosotros, los paganos;
Yo -que estoy preso por la causa del Señor- os pido que caminéis de una manera digna de la vocación que habéis recibido.
Que vuestra bondad sea notoria a todos los hombres. El Señor está cerca.
siempre que perseveréis sólidamente cimentados en la fe y estables e inconmovibles en la esperanza del evangelio que oísteis, el que ha de ser predicado a toda criatura bajo el cielo, y del que yo, Pablo, he sido elegido ministro.
El saludo es de mi puño y letra: Pablo. Ésta es la señal que distingue todas mis cartas. Ésta es mi letra.
Yo, Pablo, lo firmo con mi puño y letra; yo pagaré,aunque podría decirte que tú te me debes a mí por entero.
prefiero apelar a tu amor. Yo, Pablo, viejo ya y ahora, además, preso por Cristo Jesús,
Queridos hermanos, como a gente de paso en tierra extraña, os exhorto a que os abstengáis de las pasiones carnales, que hacen la guerra al espíritu.
Yo, Juan, vuestro hermano y vuestro compañero en el sufrimiento, en el reino y en la constancia, en Jesús, yo me encontraba en la isla de Patmos por haber predicado la palabra de Dios y por haber dado testimonio de Jesús.