2 Corintios 1:23 - Biblia Martin Nieto Pongo a Dios por testigo, y que me muera si miento, de que no he vuelto a Corinto por consideración a vosotros; Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Mas yo invoco a Dios por testigo sobre mi alma, que por ser indulgente con vosotros no he pasado todavía a Corinto. Biblia Nueva Traducción Viviente Ahora pongo a Dios por testigo de que les digo la verdad. La razón por la cual no regresé a Corinto fue para ahorrarles una severa reprimenda; Biblia Católica (Latinoamericana) Dios sabe, y se lo juro por mi propia vida, que sólo la misericordia hacia ustedes me inspiró no volver a Corinto. La Biblia Textual 3a Edicion Pero yo invoco a Dios como testigo sobre mi alma, de que por consideración a vosotros no he ido aún° a Corinto. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Por mi vida, y pongo a Dios por testigo, que si no he ido todavía a Corinto ha sido precisamente por consideración a vosotros. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mas yo invoco a Dios por testigo sobre mi alma, que por ser indulgente con vosotros no he pasado todavía a Corinto. |
Crispo, el jefe de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su familia; y muchos de los corintios que habían oído a Pablo creyeron y se bautizaron.
Dios, a quien sirvo de todo corazón predicando el evangelio de su Hijo, es testigo de que os recuerdo constantemente,
Como cristiano que soy, digo la verdad, no miento. Mi conciencia, bajo la acción del Espíritu Santo, me asegura que digo la verdad.
sea entregado a Satanás, con el fin de que, aunque quede corporalmente destrozado, pueda salvarse el día del Señor.
Pablo, apóstol de Jesucristo por voluntad de Dios, y el hermano Timoteo, a la Iglesia de Dios que hay en Corinto, y a todos los creyentes de la región de Acaya;
Os ruego que no me obliguéis cuando esté con vosotros a dar pruebas de esta valentía, de la que estoy dispuesto a usar contra los que piensan que procedo por motivos puramente humanos;
Tan cierto como la verdad de Cristo, que poseo, que nadie en la región de Acaya me quitará esta honra.
Dios, y padre de Jesús, el Señor, eternamente bendito, sabe que no miento.
Pues temo que cuando yo vaya no os encuentre como yo quisiera, y vosotros no me encontréis a mí como vosotros quisierais; temo que haya rivalidades, envidias, animosidades, ambiciones, discordias, detracciones, murmuraciones, engreimientos, alborotos;
Por eso escribo esto ahora que estoy ausente, para que cuando esté presente no tenga que proceder con severidad, en virtud del poder que el Señor me ha dado para edificar y no para destruir.
Lo dije entonces, en mi segunda visita, y lo vuelvo a decir ahora, lejos de vosotros, a los que pecaron antes, como a todos los demás; cuando vuelva no andaré con miramientos,
Dios es testigo de todo lo que os quiero en las entrañas de Cristo Jesús.
Nunca, como sabéis y Dios es testigo de ello, fueron móviles nuestros la adulación y la avaricia;
entre los que se encuentran Himeneo y Alejandro, a quienes entregué a Satanás para que aprendan a no blasfemar.