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1 Timoteo 4:10 - Biblia Martin Nieto

Por esto nos esforzamos y luchamos, porque tenemos puesta nuestra esperanza en Dios vivo, que es el Salvador de todos los hombres, sobre todo de los creyentes.

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Biblia Reina Valera 1960

Que por esto mismo trabajamos y sufrimos oprobios, porque esperamos en el Dios viviente, que es el Salvador de todos los hombres, mayormente de los que creen.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Es por eso que trabajamos con esmero y seguimos luchando, porque nuestra esperanza está puesta en el Dios viviente, quien es el Salvador de toda la humanidad y, en especial, de todos los creyentes.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

sufrimos y luchamos porque tenemos nuestra esperanza puesta en el Dios vivo, salvador de todos los hombres, en especial de los creyentes.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Porque para esto trabajamos arduamente y luchamos,° pues hemos puesto la esperanza en el Dios viviente, que es el Salvador de todos los hombres, especialmente° de los que creen.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

nos fatigamos y luchamos porque hemos puesto nuestra esperanza en Dios vivo, que es salvador de todos los hombres, muy especialmente de los creyentes.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Que por esto también trabajamos y sufrimos oprobios, porque esperamos en el Dios viviente, el cual es el Salvador de todos los hombres, mayormente de los que creen.

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1 Timoteo 4:10
40 Tagairtí Cros  

Que lo digan los que el Señor ha liberado, los que él ha rescatado de la mano de los opresores,


Mejor es refugiarse en el Señor que fiarse del hombre;


Pero tu amor, Señor, llega hasta el cielo, y tu lealtad hasta las nubes,


el Señor los ayuda y los libra, los libra de los malvados y los salva porque en él han buscado su refugio.


Los justos lo verán y temerán, se reirán de él y dirán:


Dios, el Señor, es un sol y un escudo, el Señor da la gracia y la gloria; no niega bien alguno al que procede rectamente.


Dios es mi salvador; confío en él, no temo, porque mi fuerza y mi júbilo es el Señor; él es mi salvación.


El que de vosotros tema al Señor y escuche la voz de su siervo, el que camine en tinieblas, sin ver ninguna claridad, confíe en el nombre del Señor y apóyese en su Dios.


Bendito el hombre que confía en el Señor, y en el Señor pone su esperanza.


Tú has ejecutado sentencias justas en todos los males que nos has mandado a nosotros y a la ciudad santa de nuestros padres, Jerusalén; pues tú nos has tratado así conforme a la verdad y la justicia, a causa de nuestros pecados.


El Señor es bueno, un refugio en el día de la angustia; él cuida de los que a él se acogen


Simón tomó la palabra y dijo: 'Tú eres el mesías, el hijo del Dios vivo'.


Confiaba en Dios. Que lo libre ahora, si es que lo ama, puesto que ha dicho: Soy hijo de Dios'.


Al día siguiente, Juan vio a Jesús que venía hacia él, y dijo: 'Éste es el cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.


Y decían a la mujer: 'No creemos ya por lo que tú nos has dicho; nosotros mismos lo hemos oído y estamos convencidos de que éste es de verdad el salvador del mundo'.


Os aseguro que el que escucha mis palabras y cree en el que me ha enviado tiene vida eterna y no será condenado, sino que ha pasado de la muerte a la vida.


Pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y la gracia de Dios no ha sido estéril en mí; pues he trabajado más que los demás; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo.


Él es quien nos libró de aquel peligro mortal y nos seguirá librando. Esperamos que lo siga haciendo en adelante


Esto es bueno y agradable a Dios, nuestro Salvador,


el cual quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad.


que se entregó a sí mismo para liberarnos a todos; testimonio dado a su debido tiempo,


por si tardo, para que sepas cómo has de conducirte en la casa de Dios, que es la Iglesia de Dios vivo, columna y fundamento de la verdad.


A los ricos de este mundo recomiéndales que no sean orgullosos y que no pongan su esperanza en las riquezas caducas, sino en Dios, que nos provee abundantemente de todas las cosas para que disfrutemos de ellas;


con los ojos puestos en la recompensa, consideró mayor riqueza el oprobio del ungido que los tesoros de Egipto.


Salgamos, pues, a su encuentro, fuera del campamento, compartiendo sus ultrajes.


los que por él creéis en Dios, el cual habiéndole resucitado de entre los muertos y coronado de gloria viene a ser por lo mismo el objeto de vuestra fe y de vuestra esperanza.


Él se ofrece en expiación por nuestros pecados; y no sólo por los nuestros, sino por los de todo el mundo.


Nosotros hemos visto y testificamos que el Padre ha enviado a su Hijo, el Salvador del mundo.