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1 Samuel 23:14 - Biblia Martin Nieto

David quedó en el desierto, en los lugares fuertes, en la montaña del desierto de Zif. Saúl le buscaba continuamente, pero Dios no le puso en sus manos.

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Biblia Reina Valera 1960

Y David se quedó en el desierto en lugares fuertes, y habitaba en un monte en el desierto de Zif; y lo buscaba Saúl todos los días, pero Dios no lo entregó en sus manos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

David se refugió en unas fortalezas que había en el desierto y en la zona montañosa de Zif. Saúl lo perseguía día tras día, pero Dios no permitió que Saúl lo encontrara.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

David permaneció en los refugios del desierto, en la montaña y en el desierto de Zif. Saúl lo buscaba todos los días, pero Dios no lo puso en sus manos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y David permaneció en el desierto, en lugares de difícil acceso, en la región montañosa del desierto de Zif, entre tanto Saúl lo buscaba cada día; pero ’Elohim no lo entregó en su mano.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

David vivía en el desierto, en los refugios, y se estableció en las colinas del desierto de Zif. Y aunque Saúl lo buscaba sin pausa, Dios no lo entregó en sus manos.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y David se quedó en el desierto en lugares fortificados, y habitaba en una montaña en el desierto de Zif; y lo buscaba Saúl todos los días, pero Dios no lo entregó en sus manos.

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1 Samuel 23:14
19 Tagairtí Cros  

Tú eres mi refugio, me guardas de la angustia, me rodeas con cantos de victoria.


Entonces me digo: ¡Quién me diera alas para volar como el águila en busca de un refugio!


porque sus pies corren hacia el crimen, y se apresuran a derramar sangre;


Ni sabiduría, ni inteligencia, ni consejo existen ante el Señor.


Porque ellos no duermen tranquilos si no perpetran algún delito, el sueño les falta si no arrastran a alguno a la ruina.


Luego el rey ordenó al príncipe Yeragmeel, a Serayas, hijo de Azriel, y a Selemías, hijo de Abdeel, prender a Baruc, el secretario, y a Jeremías, el profeta. Pero el Señor los había escondido.


¿Qué más podremos decir? Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros?


en las persecuciones y en los sufrimientos que me sobrevinieron en Antioquía, en Iconio, en Listra, donde tantas penalidades tuve que sufrir; pero de todas ellas me libró el Señor.


David tuvo miedo, porque Saúl se puso en campaña para quitarle de en medio. David estaba en el desierto de Zif, en Jores.


Anunciaron a Saúl que David había ido a Queilá. Saúl dijo: 'Dios le ha entregado en mis manos, porque se ha recluido al entrar en una ciudad con puertas y cerrojos'.


Hoy mismo has visto con tus propios ojos cómo el Señor te puso en mis manos en la cueva, y no he querido matarte. Te he perdonado, diciéndome: No pondré mi mano sobre mi señor, porque es el ungido del Señor.


David se dijo: 'Cualquier día voy a perecer a manos de Saúl; nada mejor para mí que refugiarme en el país de los filisteos. Así Saúl desistirá de perseguirme en el territorio de Israel y escaparé de su mano'.