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1 Reyes 4:20 - Biblia Martin Nieto

Judá e Israel eran numerosos como la arena que hay en la orilla del mar, y comían, bebían y estaban satisfechos.

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Biblia Reina Valera 1960

Judá e Israel eran muchos, como la arena que está junto al mar en multitud, comiendo, bebiendo y alegrándose.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

La gente de Judá y de Israel era tan numerosa como la arena a la orilla del mar. Todos estaban muy satisfechos y tenían suficiente para comer y beber.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Cada uno de esos gobernadores aseguraba durante todo un mes la mantención de Salomón y de todos los que comían de la mesa del rey. Velaban para que nada faltara y, según las órdenes que habían recibido,

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La Biblia Textual 3a Edicion

Judá e Israel eran tan numerosos como la arena que está junto al mar en multitud; y comían, bebían y se regocijaban.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Judá e Israel eran tan numerosos como las arenas en las orillas del mar: comían y bebían, felices y contentos.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Judá e Israel eran muchos, como la arena que está junto al mar en multitud, comiendo, bebiendo y alegrándose.

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1 Reyes 4:20
20 Tagairtí Cros  

Multiplicaré tu descendencia como el polvo de la tierra; si hay quien pueda contar el polvo de la tierra, ése podrá contar tu descendencia.


Después le llevó fuera y le dijo: 'Levanta tus ojos al cielo y cuenta, si puedes, las estrellas'; y añadió: 'Así será tu descendencia'.


te colmaré de bendiciones y multiplicaré tanto tu descendencia, que será como las estrellas del cielo y como la arena que hay a la otra orilla del mar, y tu descendencia ocupará la puerta de sus enemigos.


Líbrame de la mano de mi hermano, de la mano de Esaú, porque yo temo que venga y mate a la madre y a los hijos juntamente.


Estoy al frente del pueblo que te elegiste, pueblo numeroso, que no se puede contar ni calcular por su multitud.


Dios concedió a Salomón sabiduría y prudencia grandísimas y una inteligencia tan grande como las arenas de las playas del mar.


No escuchéis a Ezequías, pues esto dice el rey de Asiria: Haced la paz conmigo y entregaos a mí, y así podrá comer cada uno los frutos de su viña y de su higuera y beber el agua de su cisterna


Todos estos hombres de guerra, prontos para la lucha, se reunieron en Hebrón con entusiasmo y sinceridad para proclamar a David rey de todo Israel, y los demás israelitas estaban también de acuerdo con esta proclamación real.


Tendrás un hijo, que será hombre de paz con todos los enemigos de alrededor. Salomón será su nombre; yo concederé paz y tranquilidad a Israel durante los días de su vida.


Estaba todavía hablando, cuando llegó otro, que dijo: 'Mientras tus hijos y tus hijas estaban comiendo y bebiendo vino en casa de su hermano mayor,


Un pueblo numeroso es la gloria del rey, la escasez de súbditos es la ruina del príncipe.


No hay más felicidad para el hombre que comer y beber y gozar él mismo del bienestar de su trabajo. Y yo considero que esto viene de la mano de Dios.


Mas hubo alegría y alborozo, sacrificio de bueyes y degüello de carneros, comer carne y beber vino: 'Comamos y bebamos, que mañana moriremos'.


Cada cual se sentará bajo su parra, a la sombra de su higuera, y ninguno vendrá a turbar su paz; lo ha dicho el Señor omnipotente.


En aquel día, palabra del Señor todopoderoso, os invitaréis mutuamente los unos a los otros a la sombra de la parra y de la higuera'.


El Señor todopoderoso los protegerá. Ellos pisarán con sus pies las piedras de la honda, beberán su sangre como el vino, se saciarán como los cuernos del altar.


Todos los días acudían juntos al templo, partían el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón,


Él los guió; estaban diseminados por toda la región, comiendo, bebiendo y bailando por el botín tan grande que habían cogido en el país de los filisteos y en el país de Judá.