Él se internó en el desierto una jornada de camino y fue a sentarse bajo una retama, deseándose la muerte y diciendo: '¡Ya basta, oh Señor! Quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres'.
1 Reyes 19:5 - Biblia Martin Nieto Luego se acostó y se quedó dormido debajo de la retama. Un ángel le tocó y le dijo: 'Levántate y come'. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y echándose debajo del enebro, se quedó dormido; y he aquí luego un ángel le tocó, y le dijo: Levántate, come. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces se acostó y durmió debajo del árbol. Mientras dormía, un ángel lo tocó y le dijo: «¡Levántate y come!». Biblia Católica (Latinoamericana) Se acostó y se quedó dormido.
Un ángel tocó a Elías y le dijo: 'Levántate y come'. La Biblia Textual 3a Edicion Y recostándose debajo del enebro, se quedó dormido; y he aquí el ángel lo tocó y le dijo: ¡Levántate y come! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Luego se tendió y se quedó dormido debajo de la retama. Pero he aquí que un ángel le tocó y le dijo: '¡Levántate y come!'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y echándose debajo del enebro, se quedó dormido. Y he aquí luego un ángel le tocó, y le dijo: Levántate, come. |
Él se internó en el desierto una jornada de camino y fue a sentarse bajo una retama, deseándose la muerte y diciendo: '¡Ya basta, oh Señor! Quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres'.
Miró en derredor, y vio a su cabecera una torta cocida sobre piedras ardiendo y un vaso de agua. Comió, bebió y luego se volvió a acostar.
Temed al Señor, vosotros, santos suyos, nada les falta a aquellos que lo temen;
Un mísero gritó: el Señor lo escuchó y lo libró de todas sus angustias;
Y dijo: 'Mira, voy a manifestarte lo que sucederá al final de la ira, pues esto se refiere al tiempo fijado para el fin.
aún tenía en los labios las palabras de mi oración, cuando Gabriel, aquel personaje que había visto anteriormente en visión, volando raudo, se acercó a mí, hacia la hora de la ofrenda de la tarde,
El ángel que hablaba conmigo volvió y me despertó como a uno que le despiertan de un sueño.
De repente se presentó un ángel del Señor, y la celda quedó toda iluminada. El ángel tocó a Pedro en el costado y lo despertó diciendo: 'Levántate en seguida'. Y se le cayeron las cadenas de las manos.
¿No son todos ellos espíritus encargados de un ministerio, enviados al servicio de aquéllos que deben heredar la salvación?
Que la avaricia no se apodere de vosotros. Contentaos con lo que tenéis, porque Dios mismo ha dicho: