1 Reyes 19 - Biblia Martin Nieto1 Ajab contó a Jezabel lo que Elías había hecho y cómo había degollado a espada a todos los profetas de Baal. 2 Y entonces Jezabel envió este mensaje a Elías: 'Esto y cosa peor hagan conmigo los dioses si mañana a estas horas no te he puesto a ti como a uno de ellos'. 3 Elías tuvo miedo y se escapó para salvar su vida; llegó a Berseba de Judá y dejó allí a su criado. 4 Él se internó en el desierto una jornada de camino y fue a sentarse bajo una retama, deseándose la muerte y diciendo: '¡Ya basta, oh Señor! Quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres'. 5 Luego se acostó y se quedó dormido debajo de la retama. Un ángel le tocó y le dijo: 'Levántate y come'. 6 Miró en derredor, y vio a su cabecera una torta cocida sobre piedras ardiendo y un vaso de agua. Comió, bebió y luego se volvió a acostar. 7 El ángel del Señor volvió por segunda vez, le tocó y le dijo: 'Levántate y come, pues te resta un camino demasiado largo para ti'. 8 Se levantó, comió y bebió, y con la fuerza de aquel manjar caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta el monte de Dios, el Horeb. 9 Llegó y pasó la noche en una cueva. El Señor le dijo: '¿Qué haces aquí, Elías?'. 10 Respondió: 'Me he abrasado en celo por el Señor todopoderoso, porque los israelitas han abandonado tu alianza, han destruido tus altares, han pasado a espada a tus profetas. He quedado yo solo, y me buscan para quitarme la vida'. 11 El Señor le dijo: 'Sal y quédate de pie en la montaña ante la presencia del Señor'. Y el Señor pasó. Sopló un viento fuerte e impetuoso que descuajaba los montes y quebraba las peñas delante del Señor; pero el Señor no estaba en el viento. Después del viento, un terremoto; pero el Señor no estaba en el terremoto. 12 Tras el terremoto, un fuego; pero el Señor no estaba en el fuego. Y al fuego siguió un ligero susurro de aire. 13 Elías, al oírlo, se cubrió el rostro con su capa, salió fuera y se quedó de pie a la entrada de la cueva. Y una voz le preguntó: '¿Qué haces aquí, Elías?'. 14 Respondió: 'Me he abrasado en celo por el Señor todopoderoso, porque los israelitas han abandonado tu alianza, han destruido tus altares, han pasado a espada a tus profetas. He quedado yo solo y me buscan para quitarme la vida'. 15 Y el Señor le dijo: 'Anda, vuelve a emprender tu camino por el desierto hacia Damasco, y, cuando llegues, ungirás a Jazael por rey de Siria; 16 a Jehú, hijo de Nimsí, le ungirás por rey de Israel; y a Eliseo, hijo de Safat, de Abel Mejolá, le ungirás profeta en tu lugar. 17 A quien escape de la espada de Jazael le matará Jehú, y a quien escape de la espada de Jehú le matará Eliseo. 18 Pero yo me reservaré en Israel siete mil: todas las rodillas que no se han doblado ante Baal y todas las bocas que no lo han besado'. 19 Elías se fue de allí en busca de Eliseo, al que encontró arando. Tenía delante de sí doce yuntas de bueyes, y él araba con la duodécima. Elías pasó junto a él y le echó encima su capa. 20 Eliseo, entonces, dejó los bueyes, corrió detrás de Elías y le dijo: 'Déjame dar un beso a mi padre y a mi madre, y luego te seguiré'. Elías respondió: 'Anda, vuélvete; pero ten en cuenta lo que he hecho contigo'. 21 Se apartó de Elías, tomó la yunta de bueyes y la inmoló; y con los aperos de los bueyes coció la carne y la repartió a la gente para que la comiera. Luego se levantó, siguió a Elías y fue su servidor. |
Evaristo Martín Nieto©