hago lo que has dicho. Te doy un corazón sabio y prudente, como no hubo antes de ti ni lo habrá después.
1 Juan 5:14 - Biblia Martin Nieto Ésta es la seguridad que tenemos en Dios: que si pedimos algo según su voluntad, nos escucha. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Biblia Nueva Traducción Viviente Y estamos seguros de que él nos oye cada vez que le pedimos algo que le agrada; Biblia Católica (Latinoamericana) Con él tenemos la certeza de que, si le pedimos algo conforme a su voluntad, nos escuchará. La Biblia Textual 3a Edicion Y ésta es la confianza que tenemos ante Él: que cuando pidamos algo conforme a su voluntad, Él nos escucha. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y ésta es la plena confianza que tenemos en él: que si pedimos algo según su voluntad, nos oye. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y esta es la confianza que tenemos en Él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, Él nos oye. |
hago lo que has dicho. Te doy un corazón sabio y prudente, como no hubo antes de ti ni lo habrá después.
hasta hacer llegar a él el lamento del mísero y hacerle oír el grito de los desgraciados.
Bendito sea el Señor, pues su amor me hizo un milagro en una ciudad amurallada.
el Señor se enfrenta con los criminales para borrar su memoria de la tierra.
Los humildes, al verlo, se regocijarán, y los que buscan a Dios cobrarán ánimo.
Al injusto le acontece lo que teme, pero el justo obtiene lo que desea.
Llámame y te responderé, te comunicaré cosas grandes y ocultas, que tú desconoces.
Yo bien sabía que siempre me escuchas; pero lo he dicho por la gente que me rodea, para que crean que tú me has enviado'.
y lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el hijo.
Si estáis unidos a mí y mis enseñanzas permanecen en vosotros, pedid todo lo que queráis y se os concederá'.
'Hasta ahora no habéis pedido nada en mi nombre. Pedid y recibiréis, para que vuestra alegría sea completa.
Sabemos que Dios no escucha a los pecadores, sino al que le es fiel y hace su voluntad.
Gracias a la fe que tenemos en Cristo, nos acercamos a Dios con entera libertad y plena confianza.
Porque hemos llegado a ser partícipes de Cristo, si seguimos manteniendo inquebrantable hasta el fin nuestra fe inicial.
Cristo, por el contrario, lo ha sido en calidad de Hijo, al frente de su casa. Y su casa somos nosotros, con tal que permanezcamos inquebrantables hasta el fin, confesando valientemente nuestra fe y confiados en la esperanza que tenemos.
Pedís y no recibís porque pedís para malgastarlo en vuestros caprichos.
Confesaos los pecados unos a otros y rezad unos por otros, para que os curéis. La oración fervorosa del justo tiene un gran poder.
Ahora, hijos míos, permaneced unidos a Cristo, para que, cuando él venga, podamos sentirnos seguros y no nos avergoncemos de encontrarnos lejos de él en su venida.