El Señoríos trate con misericordia y lealtad, que yo también les recompensaré esa acción.
Rut 1:8 - Nueva Biblia Española (1975) Noemí dijo a sus dos nueras: Anden, vuelvan cada una a su casa. Que el Señor las trate con piedad, como ustedes lo han hecho con mis muertos y conmigo. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y Noemí dijo a sus dos nueras: Andad, volveos cada una a la casa de su madre; Jehová haga con vosotras misericordia, como la habéis hecho con los muertos y conmigo. Biblia Nueva Traducción Viviente Sin embargo, ya puestas en camino, Noemí les dijo a sus dos nueras: —Vuelva cada una a la casa de su madre, y que el Señor las recompense por la bondad que mostraron a sus esposos y a mí. Biblia Católica (Latinoamericana) Cuando estaban en camino de regreso a Judá, Noemí dijo a sus nueras: 'Creo que es mejor que ustedes se vayan a sus casas. La Biblia Textual 3a Edicion Dijo entonces Noemí a sus dos nueras: Andad, volveos cada una a la casa de su madre, ¡haga YHVH con vosotras misericordia, como la habéis hecho con los difuntos y conmigo! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero Noemí dijo entonces a sus dos nueras: 'Id y volved cada una a casa de vuestra madre. Que Yahveh tenga misericordia con vosotras como vosotras la habéis tenido con los que murieron y conmigo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Noemí dijo a sus dos nueras: Andad, volveos cada una a la casa de su madre: Jehová haga con vosotras misericordia, como la habéis hecho con los muertos y conmigo. |
El Señoríos trate con misericordia y lealtad, que yo también les recompensaré esa acción.
sabiendo que el Señor los recompensará con la herencia. El Señor a quien sirven es Cristo;
Pero al cabo de diez años de residir allí, murieron también los dos hijos, Majlón y Kilión, y la mujer se quedó sin marido y sin hijos.
En compañía de sus dos nueras salió del lugar donde residía, y emprendieron el regreso al país de Judá.
Noemí dijo a su nuera: Que el Señor le bendiga; el Señor, que no deja de apiadarse de vivos y muertos. Y añadió: Ese hombre es pariente nuestro, uno de los que tienen que responder por nosotras.
El dijo: El Señor te bendiga, hija. Esta segunda obra de caridad es mejor que la primera, porque no te has buscado un pretendiente joven, pobre o rico.