Fuiste tú quien me sacó del vientre, me tenías confiado en los pechos de mi madre,
Lucas 2:40 - Nueva Biblia Española (1975) El niño iba creciendo y fortaleciéndose, y adelantaba en saber; y el favor de Dios lo acompañaba. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y el niño crecía y se fortalecía, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios era sobre él. Biblia Nueva Traducción Viviente Allí el niño crecía sano y fuerte. Estaba lleno de sabiduría, y el favor de Dios estaba sobre él. Biblia Católica (Latinoamericana) El niño crecía y se desarrollaba lleno de sabiduría, y la gracia de Dios permanecía con él. La Biblia Textual 3a Edicion Y el niño crecía y se fortalecía, llenándose de sabiduría, y la gracia de Dios estaba sobre Él. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El niño crecía, se fortalecía y se llenaba de sabiduría. Y la gracia de Dios residía en él. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el niño crecía, y se fortalecía en espíritu, lleno de sabiduría; y la gracia de Dios era sobre Él. |
Fuiste tú quien me sacó del vientre, me tenías confiado en los pechos de mi madre,
Eres el más bello de los hombres, de tus labios fluye la gracia, porque Dios te bendice para siempre.
El niño iba creciendo y su personalidad se afirmaba; vivió en el desierto hasta que se presentó a Israel.
todos los que lo oían quedaban desconcertados de su talento y de las respuestas que daba.
Jesús iba creciendo en saber, en estatura y en favor de Dios y de los hombres'.
Así que la Palabra se hizo hombre, acampó entre nosotros y hemos contemplado su gloria -la gloria que un hijo único recibe de su padre-: plenitud de amor y lealtad.
Los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús con mucha eficacia; todos ellos eran muy bien mirados
Para terminar, dejen que los fortalezca el Señor con su poderosa fuerza.
Por lo tanto, hijo mío, saca fuerzas de la gracia que tenemos en el Mesías Jesús;
La mujer de Manoj dio a luz un hijo y le puso de nombre Sansón. El niño creció y el Señor lo bendijo.
Por su parte, Samuel seguía al servicio del Señor y llevaba puesto un roquete de lino.
El Señor se cuidó de Ana, que concibió y dio a luz tres niños y dos niñas. El niño Samuel crecía en el templo del Señor.
En cambio, el niño Samuel iba creciendo, y lo apreciaban el Señor y los hombres.
Samuel crecía, y el Señor estaba con él; ninguna de sus palabras dejó de cumplirse,