Señor, yo soy tu siervo, siervo tuyo, hijo de tu esclava: rompiste mis coyundas.
Levítico 26:13 - Nueva Biblia Española (1975) Yo soy el Señor, su Dios, que los saqué de Egipto, de la esclavitud, rompí las coyundas de su yugo, los hice caminar erguidos. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Yo Jehová vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto, para que no fueseis sus siervos, y rompí las coyundas de vuestro yugo, y os he hecho andar con el rostro erguido. Biblia Nueva Traducción Viviente Yo soy el Señor su Dios, quien los sacó de la tierra de Egipto para que ya no fueran esclavos. Yo quebré de su cuello el yugo de la esclavitud, a fin de que puedan caminar con la cabeza en alto. Biblia Católica (Latinoamericana) Pues yo soy Yavé, Dios de ustedes, que los saqué del país de Egipto para que no fueran más esclavos de ellos, y rompí el bastón de sus vigilantes para que salieran ustedes con la cabeza alta. La Biblia Textual 3a Edicion Yo, YHVH vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto para no ser esclavos de ellos. Yo rompí las coyundas de vuestro yugo y os he hecho andar erguidos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Yo soy Yahveh, vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto para que no fueseis esclavos suyos. Rompí las coyundas de vuestro yugo, y os he hecho andar con la cabeza erguida.' Biblia Reina Valera Gómez (2023) Yo soy Jehová vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto, para que no fueseis sus siervos; y rompí las coyundas de vuestro yugo, y os he hecho andar con el rostro erguido. |
Señor, yo soy tu siervo, siervo tuyo, hijo de tu esclava: rompiste mis coyundas.
El Señor hizo que el Faraón se empeñara en perseguir a los israelitas, mientras éstos salían ostentosamente.
Los adoptaré como pueblo mío y seré su Dios; para que sepan que soy el Señor, su Dios, el que les quita de encima las cargas de los egipcios,
lo pondré en la mano de tus verdugos, que te decían: 'Dobla el cuello, que pasemos encima'; y presentaste la espalda como suelo, como calzada para los transeúntes,
Porque la vara del opresor, el yugo de sus cargas, su bastón de mando los trituraste como el día de Madián.
Desde antiguo has roto el yugo y hecho saltar las correas diciendo: No quiero servir; en cualquier colina alta, bajo cualquier árbol frondoso, te acostabas y te prostituías.
Así dice el Señor de los ejércitos, Dios de Israel: Rompo el yugo del rey de Babilonia.
A Jeconías, hijo de Joaquín, rey de Judá, y a todos los judíos desterrados en Babilonia yo los haré volver a este lugar -oráculo del Señor- . Porque romperé el yugo del rey de Babilonia.
En Tafnes se oscurecerá el día, cuando yo rompa allí el cetro de Egipto y se extinga su terca soberbia; una nube la velará, sus hijas irán cautivas.
El árbol silvestre dará su fruto y la tierra dará sus cosechas, y ellos estarán seguros en su territorio. Sabrán que yo soy el Señor cuando haga saltar las coyundas de su yugo y los libre del poder de los tiranos.
Con correas de amor los atraía, con cuerdas de cariño. Fui para ellos como quien alza una criatura a las mejillas; me inclinaba y les daba de comer.
Yo soy el Señor, su Dios, que los saqué de Egipto para darles la tierra de Canaán y ser su Dios.
Porque son mis siervos a quienes saqué de Egipto, y no pueden ser vendidos como esclavos.
Porque los israelitas me pertenecen como siervos: son siervos míos, a quienes saqué de Egipto. Yo soy el Señor, su Dios.